Un complejo momento familiar sufrió esta semana el jugador de Deportes Limache, Francisco Silva, quien junto a su esposa, Katalina Honorato, tuvieron que internar a su hija de un año y ocho meses tras contagiarse con la bacteria neumococo, que en un principio le fue diagnosticada a la menor como una variante de la estreptococo, vinculada a la bacteria asesina.
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El fin de semana pasado, previo a un viaje que la pareja tenía programado en solitario a Brasil, fue que Emma presentó los primeros síntomas que alertaron a sus progenitores.
La preocupación de Francisco Silva
“Somos súper apegados a los niños asi que era sólo por cuatro días. Pancho justo tenía una semana de vacaciones y queríamos desconectarnos porque veníamos con harto cansancio mental por hartas cosas. Estábamos entusiasmados, pero gracias a Dios esto pasó estando acá y no allá porque nos habríamos vuelto locos”, indicó Katalina, quien reconoció haberse angustiado al conocer del primer diagnóstico de su hija.
El primer resultado decía que tenía la bacteria estreptococo, pero sin el apellido, entonces me dio miedo porque pensé que podía ser la estreptococo piogenes, conocida como la ‘bacteria asesina’
— Katalina Honorato
“El sábado partió con fiebre alta, sobre 39, y el domingo tenía el ojo derecho hinchado. La pediatra al principio dejo que podía ser conjuntivitis por un cuadro viral. Pero al día siguiente, el lunes, Emma ya no podía abrir el ojo. La pediatra la vino a ver a las ocho de la mañana y me dijo: ‘Es celulitis periorbitaria, ándate altiro a Santiago porque hay mejores clínicas para este tratamiento. Nosotros vivimos en Concón, así que dejamos a nuestro hijo Panchito con mis papás en Viña y partimos”, inició su relato en lun.com la esposa del jugador formado en la UC.
“El primer resultado decía que tenía la bacteria estreptococo, pero sin el apellido, entonces me dio miedo porque pensé que podía ser la estreptococo piogenes, conocida como la ‘bacteria asesina’. Por suerte, después nos confirmaron que se trataba del nuemococo. El tema es que tiene la infección por delante y por detrás del ojito. Este jueves le harán una resonancia para ver si es que hay que operar. Ella ha respondido bien a los antibióticos, ya puede abrir el ojo, pero los doctores quieren estar seguros de que la infección no comprometa las partes más profundas del ojo”, prosiguió.
“El lunes la trajimos juntos a Santiago, pero Pancho se volvió en la noche para dormir con Panchito, que es súper regalón. El martes, cuando no sabíamos bien qué tenía y posiblemente la tenían que operar, lo llamé llorando y Pancho se vino altiro. El miércoles le dije que no viajara porque debe ser muy agotador. Y este jueves se viene con Panchito, se van a quedar en un hotel cerca y en algún momento del día vamos a hacer relevo porque yo también extraño a mi hijo. Pancho, en ese sentido, es súper partner y gracias a Dios está de vacaciones porque me ha podido ayudar mucho con los niños”, agregó Katalina, quien pese al cansancio mental sufrido por la incertidumbre del estado de su hija, reconoció haber sacado “fuerza de donde sea” para acompañarla.
“¿Paz mental? Estoy súper cansada, agotada. Pero bueno, los papás somos así, sacamos fuerza de donde sea cuando se trata de los niños. Emma tiene que estar hospitalizada entre siete y 10 días porque el antibiótico es intravenoso. De hecho, hace poco le pusieron un catéter en la ingle porque las venitas del brazo no aguantan. Y esperar los resultados de la resonancia. Por suerte, Pancho tiene que volver a los entrenamientos el martes, que es más o menos la fecha cuando debería terminar la hospitalización de nuestra hija”, finalizó.