Nicolás Jarry (16° ATP) no pudo este domingo ante la presión de los hinchas franceses y del jugador local, Corentin Moutet (79°), para despedirse de Roland Garros en la primera ronda luego de caer por parciales de 6/2, 6/1, 3/6 y 6/0 en dos horas y 44 minutos de juego.
Desde el primer set el chileno se notó incómodo ante el juego del zurdo galo, quien encontró un enfervorizado apoyo desde las tribunas de un considerable grupo de hinchas, quienes en cada tiro errado del chileno o acierto de Moutet levantaban sus banderas francesas y gritaban en favor de su tenista.
Los errores de Nicolás Jarry
Incómodo en ese escenario, Jarry además se topó con un iluminado Moutet, quien a su alto porcentaje de efectividad con su primero y segundo servicio, sumó una variedad de golpes que fueron minando la confianza del chileno las veces que se quedó en el fondo de la cancha o cuando quiso ir a buscar algún tiro ganador a la red.
Junto con ello, el alto número de errores no forzados de Nicolás, sepultaron cualquier posibilidad de revertir una historia que ya en la primera manga se mostró desfavorable para sus pretensiones con un concluyente 6/2 en favor del jugador local.
Las dudas de Jarry se repitieron en el segundo set, con otra contundente presentación de Moutet, que manteniendo la efectividad con su servicio y sumando puntos gracias a los inesperados errores del chileno con su servicio, se llevó la manga con otro concluyente 6/1.
El tercer set supuso un pequeño despertar para el nacional, quien gracias a un quiebre de servicio se llevó el episodio por 6/3, no sin antes padecer algunos desconcertantes tiros del francés.
Un atisbo de mejoría que le duró muy poco al chileno, quien fue un fantasma del reciente finalista del Masters 1000 de Roma en el cuarto set, donde acabó rápidamente con sus opciones de una heroica remontada al ceder de entrada su servicio.
En desventaja, llegó un segundo quiebre en contra (el francés tuvo 19 oportunidades en con el servicio de Jarry, con siete puntos ganados en esa categoría), el que se sumó rápidamente a un segundo en el cuarto game. 4-0 en contra y un partido que ya era tarea imposible.
Y así fue. Porque el tenista galo, cada vez más conectado a los alocados hinchas locales, fue una aplanadora para ganar los dos games siguientes y sentenciar el fugaz paso de Jarry por la arcilla parisina en esta temporada.