El mercado veraniego de pases 2024 del fútbol chileno, que cierra hoy, estuvo marcado por los retornos históricos. Uno de ellos, el más importante de los últimos tiempos, fue el de Arturo Vidal a Colo Colo, mientras que otro fue el tan esperado de Marcelo Díaz a Universidad de Chile, con un paso previo por Audax Italiano.
Este domingo, los dos serán protagonistas de una nueva edición del “Superclásico” del balompié nacional, cuando “albos” y “azules” se midan en el estadio Monumental. Será el reencuentro, ahora como rivales, de dos que fueron estandartes de la “Generación Dorada” de la “Roja”.
El “Rey” llega entre algodones, luego de la lesión sufrida en la llave ante Godoy Cruz por la Copa Libertadores. Por eso, pese a viajar a Paraguay esta semana, ni siquiera fue a la banca en el empate 1-1 del miércoles entre el “Cacique” y Sportivo Trinidense, pensando en guardarlo para el “derbi” mayor de nuestro medio.
A su vez, “Carepato” llega en óptimas condiciones al encuentro dominical, donde portará la jineta de una “U” que ha tenido un comienzo ideal de temporada, con dos triunfos en igual cantidad de partidos. El capitán hasta se dio un tiempo para participar el mismo miércoles en el Pro Am del Chile Classic de golf.
En la mitad de la cancha de Pedrero, se escenificará un duelo que promete sacar chispas y que tuvo una previa sabrosa. De hecho, el “King” le mandó un mensaje hace algunas semanas al “Chelo” en sus ya tradicionales transmisiones de Twitch, el cual fue respondido por su compañero de selección en el bicampeonato de América.
A continuación, un breve repaso de los “Superclásicos” de ambos antes de sus exitosas carreras en el extranjero. Cada uno tiene algo de qué ufanarse.
La paternidad del “Rey”
Vidal no tiene una historia tan extensa en los “Superclásicos” como la que tiene Díaz, dado que estuvo menos tiempo en Colo Colo. Nunca ha anotado en el partido mayor del fútbol chileno, por lo que este domingo buscará sacarse las ganas.
Pese a lo anterior, el “Rey” puede ufanarse de una paternidad ante “Carepato” en el máximo “derbi” del balompié nacional. Dos de las tres veces que se enfrentaron entre sí, la victoria fue para el “Cacique”, mientras que la restante fue empate.
La primera de esas celebraciones fue histórica, ya que fue en la ida de la final del Apertura 2006, el 28 de junio, con triunfo por 2-1 en el Estadio Nacional. En ese encuentro, el “Chelo” fue titular, mientras que un joven “King” ingresó a los 82 minutos.
En la vuelta, también en Ñuñoa, el nacido en San Joaquín no estaría en la derrota por 1-0 y en la posterior coronación en los penales. Sí dijo presente, en su rol de entonces como lateral derecho, el oriundo de Padre Hurtado, quien participó del gol de Luis Pedro Figueroa que forzó la definición.
El otro festejo de “Celia” fue el 29 de octubre del mismo año, en un 4-2 para los “albos” en Macul por el Clausura, donde ambos fueron estelares los 90′. Ya en el 2007, el 29 de abril, igualaron 0-0 en el coliseo ñuñoíno, con el colocolino desde el primer minuto y el “azul” entrando en el complemento.
Los festejos de “Carepato”
Como se repite cada año, la última victoria de Universidad de Chile ante Colo Colo en el Monumental fue en el 2001, hace largos 23 años. Díaz recién debutó por los “azules” en el 2005, por lo que no ha tenido ese privilegio.
Sin embargo, dentro del actual plantel de la “U”, “Carepato” es el único que puede ufanarse de celebrar en el “Superclásico”. Claro, los “laicos” no vencen al archirrival, en cualquier cancha o torneo, desde el 2013, aunque en el 2015 lo derrotaron por penales en la Copa Chile.
Previo a estos años aciagos, el “Chelo” formó parte del exitoso proceso encabezado por Jorge Sampaoli, donde si bien el “Romántico Viajero” no pudo festejar en Macul, sí le propinó un par de humillaciones históricas al rival de toda la vida. El hoy capitán fue protagonista de ellas, ambas en el Estadio Nacional.
El 29 de abril del 2012, el “Chuncho” logró su mayor goleada en el “derbi” del fútbol chileno, un 5-0 cuyo marcador fue inaugurado por el volante que ahora porta la jineta. Dos meses después, el 24 de junio, también fue titular en la “boleta” de 4-0 para avanzar a la definición del Apertura.
Además, el mediocampista fue clave en un empate con sabor a triunfo en Pedrero. El 30 de octubre del 2011, él fue quien envió el balonazo largo que Osmar Molinas cabeceó hacia su propio arco, para el 2-2 en la jugada final del partido.
