“Fue una época muy difícil”, reconoce Laura Urruticoechea, la esposa del tenista Nicolás Jarry, quien este lunes dio luces de lo que ha sido su matrimonio con la mejor raqueta nacional y su doloroso pasado adolescente, con los decesos de su madre y hermana melliza.
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“Mi melliza falleció en 2008 de muerte súbita, fue duro. Y mi mamá, poquito después”, señala en lun.com Laura, aún conmovida con las partidas de su mamá y hermana, ambas de nombre Lourdes, cuando no superaba los 13 años.
Las pérdidas de la esposa de Nicolás Jarry
“(Lo que más recuerdo de mi madre) que era muy simpática, carismática, muy buena madre. Tuve siempre un muy buen ejemplo de mamá”, remarca la esposa de Jarry, quien además asegura que con su melliza “nos parecíamos harto, de repente hablábamos las mismas cosas, teníamos las mismas amigas, pero ella era mucho más buena que yo. Siempre fue muy buena. Yo digo que fue un angelito”.
Reconocida por su apego religioso (al igual que el tenista), Laura reconoce que en él influyó su padre. “El pilar en lo religioso ha sido mi papá, quien ayudó mucho a mi mamá y ella se convirtió en muy católica antes de fallecer, porque ella tuvo cáncer durante cerca de cuatro años y al final ya era completamente devota de Dios, como mi papá. Y mi hermana fue siempre así”.
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Esa dura experiencia, enfatiza, fue un gran aprendizaje al momento de proyectar su futuro matrimonial y familiar con Jarry, principalmente porque “la maternidad realmente me hizo renacer en todo sentido”.
“Nico, la familia y los niños le dieron sentido a mi vida y me hacen muy, muy feliz. Dicen que es difícil viajar con la familia en el tour (de la ATP), pero para mí, con toda mi vida y toda mi historia, sería mucho más difícil no tener a Nico”, asegura Laura, quien no duda en señalar “el nacimiento de mis hijos, junto a Nico”, como lo “más lindo que ha vivido en estos años”.