Hace apenas unos meses, en agosto, un banco canadiense contrató a Ricardo Gareca para reposicionar su marca en Perú.
Apalancado por quien fuera el último técnico que llevara al vecino país a clasificar a una Copa del Mundo, la de Rusia 2018, Scotiabank buscaba imprimir un sello que lo identificara como motor del crecimiento en el país “incaico”, valiéndose de la seriedad como un valor trascendental de aquello. Y la agencia de publicidad de la empresa financiera no encontró nada mejor que asociar dicho atributo con el “Tigre”. Poco importó que llevara más de un año lejos de la banca “albirroja”, a la que renunció en julio de 2022, luego de fracasar en el repechaje a Qatar, al caer por penales 5-4 ante Australia.
“Hablemos en Serio” es el lema que Gareca enarbolaba en la campaña del mencionado banco.
Ayer, en Lima, sin embargo, el rostro del exdelantero nacido en Tapiales hace 65 años empezó a desaparecer de las gráficas de la publicidad de la entidad financiera, así como se comenzó a levantar el resto de la pauta en medios audiovisuales que tenía al “Flaco” como imagen.
La medida no fue por un fracaso de la propaganda. Por el contrario.
Sin embargo, el inminente desembarco de Gareca en Juan Pinto Durán, para hacerse cargo de la Selección de Chile, gatilló la repentina medida tomada por el banco, única empresa a la que el “Tigre” le ha hecho publicidad.
En Perú dan por hecho que Gareca será el nuevo técnico de la “Roja”.
Cercanos al entrenador aseguran que la semana pasada, su hijo Milton, quien es uno de sus asistentes de campo y además hace las veces de representante, estuvo en permanente contacto con Santiago.
Acompañado por Mario Cupelli, abogado que asesora en temas legales y contractuales a los Gareca, Milton tuvo reuniones telefónicas y telemáticas con Quilín. Del otro lado de la línea, en la sede de la Anfp, estaba Pablo Milad, quien intentaba ganar tiempo antes de partir a la cumbre de la Fifa realizada en Jeddah, Arabia Saudita.
En la ronda de reuniones virtuales entre el presidente del balompié local y los emisarios de Gareca, quedaron acordados buena parte de los detalles para la firma del “Tigre”, quien se haría cargo de la Selección en enero, cuestión que se zanja por estas horas en Buenos Aires, hasta donde llegó Milad para afinar el acuerdo con Gareca. Si todo va bien, en la Anfp celebrarán la llegada del nuevo año con el candidato que suma mayor adhesión entre los seguidores de la “Roja”. Un golpe de efecto para el vapuleado mandato del curicano, que se anotaría ahora un buen tanto a favor.
El contrato del nuevo seleccionador y sus asistentes implicaría un sueldo de 2,8 millones de dólares por año, unos 300 mil más de los que percibía el cuerpo técnico en Perú, y sería hasta el término de las Eliminatorias o de la eventual participación nacional en la Copa del Mundo de Norteamérica, en 2026.
Se podrá no creer en la astrología. En los rituales. En la cultura china y su zodiaco. En el esoterismo. Pero todo indica que para Milad y su directorio, para la Selección e, incluso, para la “Marea Roja”, 2024 asoma como el “Año del Tigre”.