La tremenda “zamba canuta” se armó en el Estadio Maracaná cuando- a sólo segundos de iniciar el partido entre Brasil y Argentina, por las Clasficatorias al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026-, los albicelestes tomaron la radical decisión de abandonar la cancha. El motivo: graves incidentes en las tribunas.
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De acuerdo con lo informado por medios locales, Lionel Messi fue quien decidió no iniciar el juego y sus compañeros asumieron la misma determinación, al notar que los hinchas estaban trenzados en la momumental gresca con la policía carioca.
“Nos vamos”, señaló Messi y con señas avisó a todo el equipo que se retiraban, sin mediar palabra alguna con el árbitro chileno Piero Maza, según consigna La Cuarta.
El origen del agresivo enfrentamiento habría sido el hecho de que las dos hinchadas estaban ubicadas en el mismo sector, careciendo de las necesarias delimitaciones. Las barras de ambos países terminaron a puñetazos y la policía debió intervenir.
Los registros dan cuenta de que, incluso, algunos de los jugadores trasandinos, como el arquero Dibu Martínez, abalanzándose sobre los efectivos policiales para intentar defender a sus hinchas.
En lo momentos en que el equipo argentino se encontraba en camarines, representantes de la Conmebol acudieron para analizar el conflicto con el presidente de la AFA.
Tras media hora de incertidumbre, negociaciones y advertencias de eventuales sanciones, y dado que la situación estaba más calmada, los albicelestes optaron por regresar al campo de juego y se dio inicio al partido.
