Stefano Massú reveló este miércoles mayores antecedentes respecto del robo que su hermano, Nicolás, sufrió ayer en el Club Providencia, recinto desde el cual unos desconocidos sustrajeron la camioneta del actual capitán del equipo chileno de Copa Davis.
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El robo llegó a pocos días que el extenista nacional arribara al país desde Estados Unidos, y lo sufrió el mismo día de su cumpleaños número 44. Un hecho que Stefano asume como una nueva desgracia para su hermano, quien ya en 2015 había sido víctima de otro asalto para sustraerle un vehículo.
La “pena y rabia” de Nicolás Massú
“Estaba grabando un spot con Fernando González. Llegó a las 8:30 horas y se estacionó en la entrada del club. Terminó de grabar a las 19:30 horas y al salir se dio cuenta de que el automóvil no estaba. Lo malo es que fue justo para su cumpleaños y se trata de la segunda vez que le pasa, aunque esta vez no tuvo daños físicos, por suerte”, detalló en lun.com el hermano menor del deportista.
“Fue en 2015, en Las Condes. Cinco tipos lo encerraron, lo amenazaron con cuchillos y le quitaron la camioneta. Hubo empujones y quedó en shock por lo agresivos que fueron los delincuentes”, prosigue Stefano, quien asegura que tras el incidente su hermano quedó con “pena y rabia”, porque en el país ya “no se puede salir tranquilo”.
“Llegó recién el fin de semana desde Estados Unidos y a los pocos días le pasa esto. Tiene entre pena y rabia, porque no puede salir tranquilo. Y fue afuera de un club en que, supuestamente, deberías sentirte seguro”, agregó Stefano.
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“Después de filmar el comercial íbamos a salir a comer en familia, pero no hay ánimo. Esto está pasando todos los días en el país y ahora le tocó a Nico. Así es la cosa. Dentro de todo lo malo, por suerte, no fue una encerrona o algo por el estilo. Es lógico que haya quedado apenado. Incluso vino mi mamá (Sonia Fried) y mi hermano Jorge, desde Viña, pero nos terminamos quedando en la casa. Comimos en familia, pero con los ánimos tristes. Mañana será otro día y el tiempo cura todo. Esperemos que solo sea un mnal rato”, señaló.
“Como estaba filmando un comercial, había mucha gente. Además a una persona de la producción también le abrieron el auto, pero no le sacaron nada. La producción del comercial le alcanzó a cantar el cumpoleaños feliz y le entregó una torta. Y cuando iba saliendo con la torta, se dio cuenta que le habían robado el auto”, finalizó.
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