El arquero de Curicó Unido, Fabián Cerda, recordó esta tarde en entrevista con el programa “Los tenores”, de radio ADN, las horas de incertidumbre que vivió esta madrugada junto a su familia en su hogar debido al frente de mal tiempo que azotó este lunes a la región del Maule y que dejó anegados varios lugares de la ciudad, entre ellos, su casa en el sector de Zapallar, debido al desborde del estero Guaiquillo.
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El portero formado en la UC, quien ya había compartido anoche estremecedores registros en las historias de su cuenta de Instagram de las devastadoras consecuencias de las inundaciones fluviales, entregó mayores detalles en el programa radial de los efectos que tuvo en su hogar el deborde del estero.
Estamos poniendo el pecho a las balas. Somos tres jugadores los que viven en Zapallar, donde es lo peor que ha pasado con las lluvias.
— Fabián Cerda
Los efectos de la lluvia en Curicó
“Estamos poniendo el pecho a las balas. Nosotros somos tres jugadores los que viven en Zapallar, donde es lo peor que ha pasado con las lluvias. Vivo yo, Cristián Zavala y Matías Ormazábal, quienes han sido los más afectados, y que tengo entendido fueron desalojados porque el agua se les entró al primer piso”, inició el arquero, quien sólo gracias a la ayuda de amigos y su esposa pudo evitar que el agua ingresara desde su patio a la casa.
“Con mi mujer y un par de amigos pudimos sacar el agua del patio. Evitamos que pasara a la casa. Yo vivo cerca del estero (Guaiquillo). En el verano fuimos con mis hijos a pasear. Era chico, pero con estas dos lluvias creció muchísimo. No sé si es problema de la municipalidad o de la constructora por haber construido ahí”, reflexionó.
De todos modos, y gracias a la pronta reacción, Cerda pudo controlar en parte los estragos de las inundaciones que afectaron a la comuna maulina.
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“Gracias a Dios no entró el agua a mi casa. En la noche me acosté a las seis de la madrugada pensando en que no se inundara. Por lo me que dijo el dueño de la casa, porque yo arriendo ahí, me dijo que iba a mandar a arreglar el drenaje del agua”, continuó el arquero, quien a consecuencia de las lluvias poco y nada ha podido descansar o entrenar de cara al partido que el próximo fin de semana tiene programado su equipo frente a O’Higgins.
“La cancha sintética que tenemos se inundó toda. Ayer (lunes) hicimos trabajo de gimnasio y los arqueros practicamos algo, pero muy poco, porque había mucha agua. Lo preocupante es que no para de llover y hay mucho viento”, avisó.
“En las condiciones que estamos nosotros es una desventaja deportiva. No hemos dormido bien y hoy (martes) no pudimos entrenar. Para mí se debería suspender el partido con O’Higgins. Creo que es lo más óptimo”, finalizó.