Luego de cuatro temporadas peleando por no descender, parecía que Universidad de Chile por fin recuperaba su sitial histórico en el fútbol criollo. Hace un mes, el 8 de julio, vencía a domicilio por 2-1 a Huachipato para ubicarse en la cima de la tabla del Campeonato Nacional y soñaba con reverdecer laureles.
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Sin embargo, desde entonces, la “U” inició una caída libre que nuevamente la tiene sumida en una crisis. Derrotas ante Unión Española (3-0), Palestino (1-0), Magallanes (2-1) y O’Higgins (5-2) ya la tienen fuera de los puestos de avanzada, a la misma distancia del líder que de las posiciones de descenso, exactos 10 puntos para arriba y para abajo.
El papelón a manos de los “mineros” pegó más fuerte que las otras, como lo reconoció un abatido Mauricio Pellegrino en la conferencia de prensa posterior. “Estos resultados cuestionan todo. El entrenador es la cara visible de la institución, es responsable de ciertos aspectos, pero el resultado nos avergüenza”, expresó.
Claro, el marcador revive las peores épocas recientes de los “azules”, que no recibían cinco goles en el certamen local desde abril del 2018, previo a las campañas donde vieron de cerca la posibilidad de perder la categoría. En esa oportunidad, fueron aplastados con un 6-1 por Unión La Calera en Quillota, con Ángel Guillermo Hoyos en la banca.
Además, la última vez que el “Chuncho” padeció una seguidilla de cuatro caídas consecutivas fue entre octubre y noviembre del 2021, cuando llegó a siete seguidas. Esa sequía le costó el cargo a Esteban Valencia, quien protagonizó las cinco primeras, mientras que las dos restantes fueron con Cristian Romero al mando.
Otro dato ilustrativo del mal presente es que los tres técnicos que sufrieron cuatro traspiés al hilo en este campeonato debieron irse. Fueron los casos de Nicolás Núñez en Magallanes, Héctor Almandoz en Deportes Copiapó y Pablo de Muner en el cuadro rancagüino, donde asumió un Juan Manuel Azconzábal que debutó humillando al “Romántico Viajero”.
El propio DT “laico” planteó dudas respecto a lo que viene, con Curicó Unido en Santa Laura, el próximo lunes, como fundamental para su futuro. “¿Cuántos partidos aguanta esta mala racha? No lo sé, todos los equipos tienen adversidades, debemos buscar esos estímulos para dar vuelta la página y ver con optimismo el resto del torneo”, concluyó.