Nicolás Jarry (35° ATP), que por estos días espera su duelo de segunda ronda en Roland Garros frente al estadounidense Tommy Paul (17°), se sinceró en una entrevista posterior a su triunfo de este martes ante el boliviano Hugo Dellien (160°) y reconoció que “desde el año pasado yo ya no veo las redes sociales” debido al ciberbullying.
El tenista nacional, de gran campaña estas últimas semanas en el circuito de la ATP gracias a su título en Ginebra y su primer victoria en el Grand Slam parisino -también ganó en su debut en la categoría de dobles-, afirmó que optó por dar “un paso al costado” en el uso de las plataformas digitales debido a los frecuentes episodios de ciberacoso sufridos por él y otros tenistas profesionales, y que incluso llevaron a los organizadores del abierto francés a levantar una campaña en contra del bullying en las redes sociales durante la disputa de Roland Garros.
La decisión de Nicolás Jarry
“Ya desde el año pasado que yo ya no veo las redes sociales. Ya no las aguantaba más”, reconoció Jarry en conversación con el periodista Eugenio Salinas.
“Di un paso al costado, ahora tengo a gente que me lo ve (sus redes sociales) y claramente trato de estar presente, porque al final es mi imagen y yo estoy al tanto de qué es lo que quiero transmitir”, agregó el tenista, quien dejó en claro su desagrado por el ambiente tóxico que se genera en el ciberespacio con las figuras públicas.
“Yo no estoy a favor, a mí no me gustan las redes sociales, pero es parte de este mundo, como hay muchas cosas que a uno no les puede gustar pero hay que adaptarse, hay que saber usarlas de la mejor manera posible”, concluyó Nico, quien además valoró el estar con su familia en el torneo galo.
Jarry tuvo un sólido debut y consiguió su primer triunfo en Roland Garros
“Tener a mi familia, a mi mujer y mi hijo (Juan) al lado ayuda mucho, siempre me ha costado la soledad del tenis y tenerlos a ellos viajando constantemente es algo que me ayuda mucho”, puntualizó el raquetero chileno, quien agregó que esta decisión no es algo ajeno a su experiencia de niñez, ya que su abuelo, el también tenista Jaime Fillol, viajaba a competir en el circuito con su familia.
“La parte de él (Jaime) siempre fue muy familiar y él también viajó con la familia. Era, claro, otra época, no sabría decir si era mas facil o mas difícil, pero de que se puede se puede. Poca gente lo intenta, nosotros con mi mujer lo intentamos y ella es el pilar y la que más esta a cargo de Juanito”, cerró.