Luis Núñez, exfutbolista que fue condenado a 10 años y un día de presidio simple por el homicidio de Juan Pinto, rompió el silencio desde la cárcel de Rancagua e insistió en su inocencia, tal como lo ha manifestado en reiteradas ocasiones en el pasado, incluyendo el juicio en el que decretaron su pena.
En una extensa entrevista con La Tercera, a Núñez se le consultó si es que el haberse involucrado en la situación que derivó en la muerte de Juan Pinto fue su gran error en la vida. Y su respuesta fue la siguiente: “Es que si hablamos de errores, en mi vida he cometido mil. Yo tuve mi carrera, no debí haber estado nunca aquí. Pude ser una persona exitosa. A lo mejor me equivoqué en detalles y no pude lograr en el fútbol lo que realmente merecía, porque las condiciones las tenía. Mi error puede haber sido ir a ese lugar, pero yo soy de La Legua. Tengo derecho a estar en mi población cuando quiera. Tengo a mi familia, mis hijos viven todavía ahí. Puedo ir cuando quiera”.
“El tema es que lamentablemente soy el ‘Lucho Pato’ y se me involucró en algo que no debían. Mis errores los he asumido siempre, con mi cabeza en alto, mi frente en alto. Cuando estuve preso por tráfico, sí tuve participación. En el tema de los cajeros que se habla y en lo de Louis Vuitton salí absuelto y nadie ha dicho nada. Y siguen nombrándolo como un detalle mío. Sí, a lo mejor, me juntaba con gente que no correspondía y me involucraron. Es mi error, también. Esta vez puede haber sido un error haber estado en ese lugar, pero no por eso voy a hacer 11 años de cárcel. Había 15 o 20 personas más. ¿Donde están?”, complementó.
Al profundizar en aquellos errores que él mismo hizo referencia, “Lucho Pato” se mostró arrepentido por haberse separado de su mujer por algunos años, cuando atravesaba un gran momento en el fútbol. “Estuve un par de años separado de ella y fue el peor error de mi vida haberla dejado, haber enfocado mi carrera más en huevear, en la noche, preocuparme de salir y de pasarlo bien y no haberme enfocado en mi mujer y mi hija. Trataría de recuperar el tiempo con ella y mis hijos”.
“Lo segundo es que me gustaría volver al 2005, cuando salí de San Felipe y me fui a Católica. Hasta ahí me gustaría retroceder. Empezar de nuevo con Católica, en 2006. A lo mejor, haber tomado mejores decisiones en mis mejores años. Había tenido un percance en 2003, por tráfico, pero creo que eso no me perjudicó. Esa etapa me hizo madurar. Después del 2005, vino una vida distinta, que no supe asumirla, al hacerme conocido”, agregó.
En ese sentido, el exdelantero de la UC confesó que “a mí me gustaban el trago y las mujeres. Ese fue mi gran error. Haber dejado de lado a mi familia, a mi mujer y mis hijos”.
En la misma línea, el oriundo de La Legua reveló que “en mi mejor momento, que fue en 2007, con el Chemo del Solar, yo no dormí nunca. Dormía solamente en las concentraciones. Entrenaba todos los días amanecido. Jugaba durmiendo solamente el día previo al partido. Me amanecía de lunes a viernes”.
Eso sí, aclaró que “nunca fui de andar curado. Tomé, pero tenía mi límite. Nunca me vi curado en una disco. Siempre traté de curarme en mi casa. Pero de que tomaba mucho, sí. Llegaba a las seis o siete a mi casa y entrenaba a las nueve. Entonces, dormir dos horas era peor que quedarme despierto. Me tomaba dos o tres cafés y me iba a entrenar”.
Núñez prosiguió con su relato admitiendo que aquello “me costó la salida. En ese momento tuve el apoyo de mis compañeros y el técnico. Fue un muy buen año. Yo era el chiche del equipo y se me aguantó un poco más, pero me pasó la cuenta. Subí de peso, llegó el Fantasma, que quería que me quedara, pero la Católica quería bajarme el sueldo. Opté por irme. Pude ir a la U. Al final, terminé yéndome a Palestino. No fue un error, es un equipo lindo. Mi error fue no haber centrado mi carrera cuando estaba en un equipo lindo como la Católica”.
Tomando en cuenta todo lo dicho, Luis Núñez descartó culpar a terceros por sus errores. “Sinceramente: jamás les voy a echar la culpa a mis amigos. Soy una persona adulta y mis errores son mi responsabilidad. Yo me he equivocado y tengo que pagar mis errores. Sí, a lo mejor, no hubiese perdido a mi familia. Ese fue el gran error de mi vida: no haberles dado lo que se merecen y haberme enfocado en otras cosas. Y ahí viene todo el problema. A los amigos los conocí en la disco. Si a La Legua tampoco fui mucho. Este problema fue en La Legua, pero de los demás ninguno fue en La Legua”, manifestó.