En su noche de furia en el fútbol argentino, el arquero chileno Gabriel Arias fue víctima de cánticos xenófobos y ofensas contra su familia por parte de la hinchada de Platense, en la victoria 1-0 como visita de Racing ayer domingo en el estadio Ciudad de Vicente López.
Las cámaras de TyC Sports captaron cómo varios hinchas del “Calamar” se sumaron al cántico “Chileno, hijo de pu.. La pu.. que te par..”, cuando Arias se retiraba de la cancha luego de ser expulsado. Ante aquellos insultos, el seleccionado nacional respondió con gestos obscenos.
Minutos antes, cuando el árbitro Facundo Tello decretó el final del encuentro, Arias inmediatamente se puso frente a frente a la barra de Platense y realizó gestos obscenos de connotación sexual.
Aquello le valió ser encarado por varios jugadores del equipo rival y la ya mencionada expulsión. Además, tuvo que ir a declarar a una comisaría por incitación a la violencia.
Con su habitual calma, el propio Arias salió a entregar declaraciones al respecto y manifestó que hubo ofensas contra su familia. “Se pasan los límites y no aguanté más y exploté contra cuatro personas, no es nada contra toda la gente de Platense. (Los gestos) fueron a cuatro personas que estuvieron constantemente insultando a mi familia”, fue parte de lo que declaró el portero chileno de 35 años.
Ni folclore, ni pasión
En horas de este lunes, Gabriel Arias volvió a referirse a su jornada de ira. A través de una publicación en Instagram, el oriundo de Neuquén volvió a reconocer su error y dejó una reflexión respecto al ambiente del fútbol en su natal Argentina.
“Lo dije en cuanto terminó el partido y lo vuelvo a repetir: me equivoqué. No tendría que haber reaccionado como reaccioné porque nunca la violencia es la solución frente a la violencia”, partió expresando el meta que estará presente en los próximos amistosos de la Roja.
“Les pido perdón a Platense, a mis compañeros, a mis rivales y a todo Racing. Ser una persona pública implica la obligación de mantener una línea de conducta que no logré sostener esta vez. Cualquiera puede fallar y hoy me tocó a mí”, agregó.
Para cerrar, el actual capitán de Racing estableció que “tenemos que entender que esto no tiene nada que ver ni con el folclore ni con la pasión. Somos personas que merecemos ser respetadas en cualquier cancha donde nos toque ejercer nuestra profesión”.