El viernes terminó mi liga de ex alumnos, donde a mi club, Riquelme FC, le fue bastante mal, por no decir pésimo. Medio porque la edad no pasa en vano y medio porque hay equipos llenos de jóvenes cracks, nos comimos varias boletas vergonzosas, aunque para nada extrañas en estos torneos amateurs.
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Donde también son cada vez más comunes estas goleadas humillantes es en el balompié “profesional” de nuestro continente. Para muestra, un par de botones: Palmeiras eliminó de la Libertadores a Cerro Porteño con un global de 8-0 y Flamengo dejó en el camino a Tolima con un acumulado de 8-1, con un 7-1 en Río de Janeiro incluido.
En la Sudamericana, que en el papel es más “accesible”, Colo Colo y la UC sufrieron duras palizas ante Internacional y Sao Paulo, respectivamente. El saldo: 9 de los 16 cuadros que siguen en carrera para conquistar las copas son brasileños.
La Conmebol mira impasible los cuantiosos montos que manejan los clubes de ese país, respaldados por empresas gigantes, y los fomenta aumentándoles los cupos, con promesas incumplidas de un Fair Play Financiero. Por ejemplo, el año pasado, el departamento de fútbol del “Fla” gastó aproximadamente 124.000.000 de dólares, mientras la planilla anual del “Cacique” rondó los US$4.300.000.
Así, los certámenes internacionales de Sudamérica se van volviendo cada vez más aburridos. Mientras tanto, los organizadores de mi colegio ya cranean un campeonato senior paralelo...