Si bien las pasadas dos ediciones de la Copa Chile fueron ganadas por Colo Colo, la historia reciente marca que este torneo es una gran oportunidad para los equipos denominados “chicos” para sumar un trofeo a sus vitrinas. Más allá de que el palmarés indica que el “Cacique” es el que más veces lo ha levantado, con 13, seguido por Universidad de Chile y Universidad Católica, con cinco y cuatro, respectivamente, en los últimos años no ha habido un predominio de “albos”, “azules” y “cruzados”.
De hecho, desde que volvió a disputarse ininterrumpidamente -salvo por la suspensión del 2020 por la pandemia-, el certamen ha tenido en seis ocasiones como campeones a los clubes “grandes”, mientras que siete quedaron en manos de otros cuadros. Incluso, Universidad de Concepción y Deportes Iquique se consagraron bicampeones en este período.
En esta línea, el evento donde ayer iniciaron su participación los elencos de Primera División les abre el apetito a muchos para dar la sorpresa. Las razones de esta rotación de títulos son variadas, como explican quienes han sabido obtener la corona desde el 2008 en adelante.
Cesare Rossi, presidente de los “Dragones Celestes”, quienes en esta versión quedaron fuera en la segunda fase ante Cobreloa, cuenta la importancia de la contienda copera para la institución nortina. “Nosotros siempre le hemos dado prioridad, ya que nos marcó en el nacimiento del club, en 1978, ganándola en 1980. Y en 2010 y 2013 nos permitió clasificar a dos Sudamericanas”, recuerda, celebrando que “es una excelente oportunidad para los equipos de menor convocatoria, ya que los ‘grandes’ están preocupados del Campeonato Nacional y de los torneos internacionales”.
Desde Palestino, que se tituló en el 2018, aportan el componente del formato de la competición. “La Copa Chile es muy diferente al Campeonato Nacional, básicamente por ser de eliminación directa, lo cual no solamente la hace atractiva, sino que también hace que los equipos puedan tener oportunidades más parejas de llegar a la final. También se manejan otras variables, como tener tres jugadores sub 21 dentro de la cancha, que provoca que los planteles sean distintos a los que normalmente están disputando el torneo local. Eso la hace variada”, comenta Jorge Uauy, timonel del “Tino”.
Por los motivos mencionados, la esperanza se abre para dar batacazos, con una escuadra de la Tercera División A, la cuarta categoría del fútbol chileno, todavía con vida: Provincial Ovalle. Tras eliminar a San Marcos de Arica, líder de Segunda, y a Deportes Copiapó, quinto de la “B”, el conjunto amateur visitará el domingo a Unión Española, uno de los tres punteros de la serie de honor.