¿Le gusta que le digan Marcianeke?
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—(Ríe a carcajadas) Je je je je. Me da risa. Mucha. Marcianeke... ¡Qué buena! Parece que es (Fernando) Zampedri el que me puso así. Es que como suena medio parecido con Marcelino… Pero yo no canto. No canto nada…
Marcelino Núñez fue la gran revelación del cuarto título consecutivo de Universidad Católica. El talentoso mediocampista no sólo se ha ganado la titularidad en su club, sino también se ha convertido en parte de los estables en la selección chilena y, pese a todo el éxito que repentinamente acumula, mantiene la frescura de sus 21 años y la picardía que le han ayudado a estar en el escaparate como una de las grandes figuras de proyección del medio, sin marearse. Y así es como analiza su rendimiento y el de la “Franja” en la previa a la cuarta fecha, donde visitan a Palestino, ya con el libro de pases cerrado.
Esta temporada, ¿tiene mayor presión respecto de su rendimiento?
—Creo que no hay presión. Encuentro que no hay ninguna. Sí tengo algunas responsabilidades: seguir aumentando mi nivel, siendo uno de los que destaque siempre, tratando de aportar las cosas que vengo entregando y demostrando. Me ha servido estar en la Selección, para ir ganando experiencia y aprendiendo de la “Generación Dorada”. Pero, más que presión, se trata de seguir demostrando cada día lo que vengo haciendo.
¿Los rivales lo miran diferente ahora?
—Me hice un poco más conocido y los rivales se entran a preocupar un poco más. Contra Unión Española, por ejemplo, cuando recibía el balón llegaban dos o tres rivales a marcar. Igual, eso te sorprende y genera la sensación de que hay que seguir mejorando, y ser más inteligente para jugar.
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Dado que ya conocen su calidad los marcadores rivales, ¿son más ásperos ahora?
—En general, también me gusta ir fuerte. Pucha… Igual trato de pelear cada pelota, siempre. No me ha tocado una patada tan fuerte que me haya provocado una lesión importante…
Metámonos en el torneo. Comienza la cuarta fecha y acaba de cerrar el libro de pases. ¿Se reforzó bien la UC?
—Los que llegaron se tienen que adaptar al plantel, pero lo bueno es que llegaron buenos refuerzos, hay buen ambiente y eso le viene bien al equipo, porque llegan con su grano de arena para aportar, con experiencia que a uno le ayuda.
Con la meta del “penta” y de hacer una buena Copa Libertadores, ¿cómo ve al equipo?
—En general, bien. Como todos los equipos, debemos ir afinando algunos detalles, pero lo bueno es que aunque hemos tenido partidos que se han complicado un poco, supimos mantener los resultados y sacarlos adelante.
Con Cristian Paulucci, el equipo parece mostrar nuevas virtudes…
—Hemos ajustado algunas cosas, algunas presiones, que estamos llevando a cabo y que nos hemos sentido cómodos haciéndolas.
¿Paulucci o Gustavo Poyet, quien le empezó a dar el protagonismo que hoy tiene?
—Son diferentes. Poyet me ayudó mucho futbolísticamente, pero también lo ha hecho Paulucci. De ambos he sacado gran aprendizaje, pero igual tengo que seguir mejorando en algunas cosas, donde Cristian me ayuda harto. Los dos han marcado mi carrera.
Los objetivos colectivos están claros, con el “penta” como tarea mayor. ¿Cómo sería una buena temporada en lo personal?
—Mejorar cada día, en lo físico, lo técnico y lo mental. Seguir aumentando mi nivel. Tener buenas actuaciones en la Copa Libertadores, tanto yo como el equipo. Pero mi sueño también es conseguir la Copa Chile: mi meta es ganarla, aunque también el “penta”. Y lo otro sería clasificar al Mundial.
Supongamos que pasa todo eso: que gana la Copa Chile y el “penta”, además de ir a Qatar. ¿Estaría listo para partir al exterior?
—Me gustaría poder hacer todo eso, prepararme bien, porque el año pasado me faltó consolidarme. Fue, más bien, el segundo semestre donde fui titular más estable. Así que para partir de Católica, me gustaría consolidarme, hacer hartos goles, para poder irme a otra liga.
Y si no pasa todo eso, ¿se queda, entonces?
—En la medida de que pueda demostrar harto y convertir goles, me gustaría explorar la posibilidad de partir. Gracias a Dios ya he tenido la posibilidad de ser convocado, jugar y hasta anotar en la Selección. He ido ganando experiencia y aprendiendo a través de mis compañeros.