La insólita excusa sobre el reciente caso de dopaje en los Juegos Olímpicos de Invierno

Otra vez una atleta rusa, Kamila Valieva , está involucrada en escándalos de consumo ilegal de medicamentos.

Si se recuerda el documental ganador del Oscar en la edición del 2018 “Icarus”, no es de extrañar que algún atleta ruso se pueda ver involucrado en algún caso de dopaje.

La aclamada cinta se basó en los hechos reales contados por el antiguo director del Centro Antidopaje de Moscú, Grigori Rodchenkov, de cómo la inteligencia rusa hizo trampas en las pasadas Olimpiadas de Invierno Sochi 2014.

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¿Dopaje accidental?

La protagonista de la historia es la adolescente de 15 años Kamila Valieva, quien durante más de seis horas ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) aseguró que la situación se dio porque accidentalmente ingirió un medicamento de su abuelo.

La sustancia detectada en la deportista patinadora fue trimetazidina, un medicamento que se usa para la angina de pecho pero que en dosis controladas puede mejorar la resistencia de los atletas de alto rendimiento.

Comunicado

Luego de la comparecencia por más seis horas en la que la deportista aseguró haber quedado “emocionalmente cansada”, el TAS comunicó que hasta los momentos no tiene determinado suspender a la deportista de forma provisional hasta que todas las investigaciones pertinentes sean completadas.

Denis Oswald, presidente permanente de la Comisión Disciplinaria del Comité Olímpico Internacional, informó al medio de comunicación norteamericano Usa Today, que su excusa le da el derecho a no ser culpable de una vez porque se trata de un posible hecho casual.

“Su argumento fue que esta contaminación se produjo con un producto que tomaba su abuelo. El producto (identificado) es un poco extraño, especialmente para una niña de esta edad, pero como dije antes, hasta que no sepamos lo que pasó, es difícil de dar una opinión”.

Defensa de su teoría

Lejos de sentirse culpable, Kamila Valieva mantienen su teoría de inocencia derivado de una situación fortuita. En las pocas declaraciones públicas a distintos medios de comunicaciones se pudo notar triste y cansada por las investigaciones.

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“Estuve sentada durante siete horas, tuvimos un descanso de 20 minutos, y me senté a observar. Fue muy difícil, pero este es aparentemente uno de los momentos, de las fases, que tengo que pasar. Estos (últimos) días han sido muy difíciles para mí. Es como si no me quedaran emociones. Estoy feliz, pero al mismo tiempo estoy emocionalmente cansada”, afirmó Valieva ante el medio de comunicación ruso Channel One.

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