Igor Lichnovsky reveló que rechazó ofertas de clubes como Flamenco o Tigres de México, porque de acuerdo a sus palabras “no soy el que busca el éxito y la gloria”, sino que más bien se guía por lo que la fe le indica. En ese sentido, el actual defensor del Al Shabab de Arabia Saudita aseguró que “Dios está llevando mi vida”.
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En conversación con El Mercurio, Lichnovsky señaló que “más que una religión, tengo una relación con Dios, centrado en lo que creemos de Jesús. Y presentarlo de esa manera no me da problemas en Arabia. No le pondría nombre a lo que creo, porque tenemos la tendencia a caricaturizar a la persona”.
En esa línea el defensa dijo que sus decisiones profesionales las toma en torno a la religión: “Hace poco tomé la decisión de salir de Cruz Azul en un momento importante del torneo, y muchos me cuestionaron y recriminaron esa acción. Cuando me preguntan por qué lo hice, les explico que la decisión pasó por la forma en que llevo mi fe”, lanzó.
Ahí, Lichnovsky ahondó en que “tuve opciones de ir a Flamengo y pude volver a México a jugar en Tigres, pero todo lo asimilo a mi fe. El sistema hubiese gritado anda a Flamengo, pero ya no quiero andar corriendo a cualquier lado”.
“Ya no soy el Igor que tenía 20 años y se fue a Porto, el que buscaba el éxito y la gloria. Dios está llevando mi vida. A veces se dice que el cristiano es muy emocional, pero no me dejo llevar por mis emociones, sino que por hechos. Leo mucho el Nuevo Testamento y me baso en eso”, agregó.
La fe en Arabia Saudita
Respecto a cómo practica su fe en un país islámico como Arabia Saudita, Lichnovsky reveló que “siento que puedo vivir mi fe en Arabia, sé que la ley es clara y que no puedo compartir mi fe con otras personas, pero a mí no se me prohíbe vivir la fe”.
“Antes de venir a Arabia me estudié el Corán y lo sigo leyendo. Dios me dio la gracia, el carisma, para hablar con personas de diferentes culturas. Tomo el riesgo de plantearles inquietudes de diferente tipo”, subrayó.