Uno de los capítulos más recordados en la carrera de Javier Castrilli fue su expulsión a Diego Armando Maradona, la última del fallecido astro. El 16 de junio de 1996, le mostró tarjeta roja en una humillante derrota de Boca Juniors por 5-1 en la casa de Vélez Sarsfield, donde los “xeneizes” terminaron con ocho jugadores.
PUBLICIDAD
Hubo incidentes en la tribuna “bostera” al final del primer tiempo, con el marcador 2-1 a favor del local y la visita con 10 hombres hasta ese momento, y el “Pelusa” responsabilizó al árbitro, quien lo echó por “incitación a la violencia”. Desde entonces, nunca más hablaron.
¿Cómo se llevaba con Maradona?
Yo, con Maradona, me llevé bien hasta que lo eché, que lo tuve que expulsar. Después, no lo volví a ver más en mi vida. Lamentablemente, él falleció y nunca más tuvimos la oportunidad de cruzarnos. Cada uno es artífice de su propio destino, y eso me llevó a transitar un camino distante del resto, y estoy orgulloso del que yo he elegido.
¿Lo golpeó su muerte, como a cualquier argentino?
Como a cualquier amante del fútbol, no solamente argentino, te impacta. Ahora, el impacto no obsta de las distintas sensaciones que a cada uno le generaban su figura y su personalidad. A todos nos tiene que haber impactado, pero lo que más me impactó fue el sufrimiento de la gente, lo que despertaba en ella, el dolor por la pérdida de su figura. Fueron momentos muy tristes que uno veía. Ahora, también es necesario extraer conclusiones de todos estos fenómenos, hasta qué punto una estrella futbolística, un punto de referencia para los chicos y los jóvenes, puede ser copiada en sus esquemas de conducta. Si éstos están encubriendo una trampa, no podemos ampararla e institucionalizarla, y celebrarla, menos… Y considerarla una “Mano de Dios”, mucho menos.
¿Un árbitro puede ser amigo de un futbolista o es incompatible?
PUBLICIDAD
Sí, se dan casos en que establecen relaciones amistosas. Es más, yo tengo una excelente relación con muchos, incluso, con algunos que he tenido la oportunidad de expulsar, varios de ellos muy famosos.
¿Qué se hace con un árbitro que es reconocido hincha de un equipo? Acá hubo un caso, Carlos Chandía, que se abstuvo de dirigir a Ñublense.
Me parece perfecto, habla muy bien de la actitud de Carlos. Así como los jueces se abstienen en algunos casos porque están comprometidos con una de las partes, lo mismo puede pasar con un árbitro por esa relación afectiva que tiene con una institución. De cualquier manera, en el proceso de formación de los árbitros, deben ser capacitados para que sientan absoluta impermeabilidad respecto al tema afectivo, tanto con clubes como con personas, para garantizar igualdad, equidad y justicia.