El gas es una de las alternativas más eficientes para calefaccionar el hogar y, usándolo de manera eficiente, es posible hacerlo con un alivio para el bolsillo.
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Nueve de cada diez hogares en Chile utilizan gas licuado petróleo (GLP) para las tareas diarias, tales como calefaccionar, cocinar o calentar el agua. Atributos como la seguridad y su poder calórico son algunas de las características que más se valoran de este tipo de combustible.
Debido a que el uso del GLP aumenta considerablemente en invierno, por razones obvias, es importante conocer algunas recomendaciones de uso eficiente para el ahorro energético, ya sea en el uso de GLP envasado en cilindro, o bien a granel.
Un tema fundamental para un mayor ahorro son las mantenciones periódicas de los equipos a gas, especialmente calefón, calderas, radiadores y estufas que requieren ser revisados antes de usarlos, principalmente por seguridad, pero, también, para lograr su máximo rendimiento.
La misma acción necesita el calefón: si la llama del piloto no es de color azul y presenta betas amarillas o rojas, además de chispas, necesita una limpieza. Las impurezas presentes en sus conductos afectan el flujo de gas lo que genera mayor gasto de energía.
Un consejo muy útil de ahorro de energía es evitar que el calefón se enfríe entre duchas. Si pasa mucho tiempo sin ser utilizado, éste se enfría y gasta más en volver a calentar. Y no se recomienda mezclar agua fría con caliente, ya que se desperdicia gas. Si el agua sale muy caliente, lo mejor es regular desde el calefón.
En el sector de la cocina es aconsejable utilizar el horno sólo en los casos estrictamente necesarios y nunca con la puerta abierta para calefaccionar los ambientes, debido a que el consumo equivale a tres quemadores encendidos al mismo tiempo. Si se decide usarlo, una forma de ahorrar gas es apagarlo unos minutos antes y con el calor que conserva en su interior terminar la cocción de las preparaciones. Utilizar ollas a presión o bien usar las ollas normales tapadas permiten reducir los tiempos de cocción y ahorrar en el consumo de gas. Lo mismo al descongelar los alimentos antes de prepararlos.
Por otra parte, mantener las puertas cerradas en las habitaciones y usar aislantes térmicos son otros consejos prácticos a la hora de utilizar GLP para calefacción, recordando siempre mantener una adecuada ventilación de los espacios.
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