Los smartphones han ido mejorando sus cámaras. Pero esto no significa contar solo con más pixeles y mejores lentes, sino que también contar con más opciones de software, como los filtros. En un comienzo, estos filtros de imagen se popularizaron a través de la aplicación «Instagram». Estas funciones permiten que usuarios comunes logren modificar imágenes para que tengan un aspecto más profesional o artístico, cosa que antes sólo se hacía mediante programas especializados como «Lightroom» o el popular «Photoshop».
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Si bien, estos programas tienen muchas más funciones que una simple adhesión de un filtro temático, las opciones que hoy ofrecen los celulares son más que suficiente para lograr una buena imagen. Por ejemplo, el «Galaxy A» te ofrece incluso filtros de «belleza» y «adelgazamiento» para tus selfies. Sin embargo, no debemos olvidar que un filtro es un elemento externo a la fotografía, que puede tanto mejorar como dañar la composición de la captura. No hay que excederse en su uso, pues la foto puede perder naturalidad. ¿Han notado que en las redes sociales desaparecieron las arrugas y todos tienen ojos grandes? Aquí te explicaremos por qué.
La elección del filtro adecuado
No a todas las imágenes les quedan bien los tonos sepia, al menos, no sin modificar otros aspectos de la imagen. Las opciones de los smartphones hoy (al igual como lo hacía y lo hace Instagram) te permiten modificar el brillo de la imagen, las sombras, opacidad, entre otras funciones.
El tono «sepia» se relaciona con la nostalgia, ya que era el tono normal en fotografías antiguas, pero no llega al nivel producido por una imagen en blanco y negro. Cada filtro tiene características propias: encontraremos filtros que dan más dramatismo a la composición (entendiendo “drama” como sensaciones más fuertes, ya sean de alegría o tristeza), otros que evocan la dulzura (con tonos rosados o incluso celestes).
Por ejemplo, si tu intención es recalcar el esfuerzo de un atleta al momento de llegar a la meta e inmortalizar todo el trabajo realizado, los filtros más convenientes son aquellos que trabajan con las escalas de grises, pues remarcarán los gestos y las líneas de expresión. Mientras, si necesitas generar grandes contrastes en las formas y tonos, un filtro en blanco y negro te proporcionará una magia única dentro de la composición, que realza e integra cada detalle del cuadro completo.
Los errores más comunes al usar filtros
Conversamos con Elias Inostroza, master trainer de Samsung Chile, sobre los errores más comunes de los chilenos al usar filtros. Para él, no entregar un filtro correcto es imperdonable.“La fotografía permite poder inmortalizar momentos únicos y que no volverán a ocurrir, es por esto que cada filtro incorporado a la fotografía, debe respetar los elementos de esta. Y así, tus composiciones fotográficas siempre tendrán una historia que contar”, explicó el representante de Samsung, marca que hace poco lanzó su «Galaxy A», teléfono que cuenta con una amplia gama de filtros y funciones fotográficas.
El error más común de los chilenos es «ocupar filtro para todo». El uso de filtros debe ser justificado y tener coherencia con la historia que deseamos mostrar. Uno de los filtros que más se usa es el de blanco y negro. Nunca pasa de moda y pareciera ser que nos hace ver más jóvenes. Sin embargo, hay que ser cuidadosos al momento de usarlo, ya que puedes estropear tu foto si no sabes ocupar correctamente la escala de grises. Tu cara puede perder la naturalidad que tanto encanta en redes sociales.
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Exceso de edición
Un error relacionado con el rostro es el abuso de las funciones de mejoramiento facial. Smartphones como los recién estrenados «Huawei P10» o el «Samsung Galaxy A» poseen opciones para adelgazar el rostro, agrandar los ojos, eliminar imperfecciones, entre otros. Si editas en exceso tu rostro, se notará.
Los colores son un arma de doble filo, embellecen una fotografía, pero a veces puedes perder protagonismo en tu selfie por culpa de la cantidad de colores dentro de ella. Aplícalos lo más sutilmente posible sin perder la esencia de la imagen. Tampoco se debe exagerar con la saturación (potencia) de los colores. Un rojo muy rojo, rodeado de un azul muy azul y otros colores demasiado llamativos puede llegar a ser molesto a simple vista.