Nada parece detener a Hyundai. No hay pandemia ni crisis que frene la renovación del portafolio del fabricante coreano, que apuesta fuerte para mantenerse al tope de las preferencias en un mercado tan competitivo como el chileno. Por eso, a los múltiples lanzamientos del año pasado y del principio de éste, suma ahora un importante estreno. Porque pese a que cada vez se buscan más los SUV, el segmento de los hatchbacks compactos sigue teniendo un importante peso específico. Por eso, aterriza la tercera generación del i20, la exitosa apuesta de la marca en este nicho que adiciona atractivos.
Como la competencia en el segmento es brava, con exponentes como el Suzuki Baleno, el Kia Rio, el Toyota Yaris Sport o el MG3, era imperativo que el Hyundai i20 tuviera importantes mejoras, cosa que la marca logra con creces.
Estéticamente, el nuevo hatchback asiático incorpora el nuevo lenguaje de diseño de la marca coreana, llamado “Sensous Sportiness”. Así, el i20 presenta líneas totalmente nuevas, con una parrilla más grande y oscurecida, nuevas nervaduras en el capó, además de unos estilizados focos triangulares. De perfil, maximiza su apariencia deportiva y agresiva con una línea de cintura ascendente, además de señalizadores incorporados en los espejos laterales, un marco cromado en las ventanas y un faldón lateral negro brillante con el logo i20, que le dan un aspecto particular. Desde atrás, se aprecia un nuevo parachoques y unos grupos ópticos que ocupan de lado a lado, reforzando así la idea inicial de un vehículo más ancho. Respecto de las medidas, crece algunos centímetros tanto en ancho, alto y largo, lo que ayuda a que también el maletero crezca, llegando ahora a los 311 litros de capacidad, 26 más que la generación anterior.
El interior de este nuevo i20, que para efectos del mercado nacional llega fabricado por Hyundai en India, también evoluciona favorablemente, con un tablero totalmente rediseñado, mucho más atractivo y moderno, y que es uno de muchos elementos que ayudan a la sensación de amplitud a bordo, además de generar el efecto integrador, gracias a sus disimuladas salidas de aire.
El panel de instrumentos de supervisión digital, un volante multifunción de cuero y con cuatro rayos, y una pantalla táctil flotante de 8 pulgadas, situada en la parte superior de la consola central, que alberga el sistema de infoentretenimiento compatible con Apple CarPlay y Android Auto, son parte de los elementos que le dan un ambiente nuevo y moderno al nuevo i20, que llega en cuatro versiones, que varían según su equipamiento, pues todas son movidas gracias a un motor de 1,4 litros, que entrega 99 hp y un par 133 Nm, el que puede ir asociado a una transmisión manual o automática de seis velocidades.
De serie (versiones 1.4 MT y AT Plus), trae doble airbag frontal, frenos con ABS y EBD, sensores y cámara de retroceso, aire acondicionado, alzavidrios eléctricos, bluetooth, puerto USB, cierre centralizado, espejos eléctricos, luces diurnas led y sensor de luces, entre otros.
Las variantes Value suman a los airbags obligatorios, cuatro bolsas de aire más -para totalizar seis-, climatizador y, además, disponen de llantas aro 16, control crucero, luces traseras led y una rueda de repuesto tamaño completo.
El Hyundai i20 pretende inspirar el viaje de la vida, mover pasiones. Por algo es el modelo elegido por el fabricante coreano para competir en el Mundial de Rally, donde es protagonista. Y, con su tercera generación, se encamina muy bien a aquello.