Tattersall Automotriz sigue expandiendo sus operaciones, sumando una nueva marca a su portafolio. A las ya conocidas Faw, Lifan y ZX Auto, ahora incorpora a su oferta un nuevo fabricante, que complementa la oferta que tiene hasta ahora. Se trata de la también china KYC, que llega a revolucionar el subsegmento de los comerciales ligeros con motorización bencinera, en un territorio donde pampean los diésel.
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La relevancia del arribo de KYC no es menor. Este año, se proyecta cerrar con unas 7.500 unidades vendidas de vehículos comerciales llegados desde China. Y la nueva marca de Tattersall se suma mostrando camiones “tres cuartos”, un nicho del mercado de los comerciales donde el 94 por ciento de las ventas corresponden a los de origen coreano. Con esta nueva marca, la repartición de la torta debería variar.
Pero, antes de conocer los productos, es importante dimensionar a KYC, cuyas siglas resumen su nombre completo: Changan Kuayue Automobile. Existe desde 1999, y es la marca de exportación de un fabricante de vehículos comerciales livianos que llega a medio centenar de mercados. Es una empresa privada, que no tiene intenciones de pasarse a la producción de coches de pasajeros y trabaja bajo licencia de Changan. Desde la planta ubicada en Chongqing se generan los mismos modelos que se venden en el mercado interno bajo dos diferentes marcas.
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Los KYC que llegan a Chile son parte de las 150 mil unidades al año que salen desde su línea de producción, desembarcando en principio con dos modelos y siete versiones. Como se trata de vehículos de menos de 3.500 kilos de peso bruto vehicular, se manejan con licencia Clase B.
Los minitrucks que emcabezan la llegada de KYC son los X5 1.5 y el X5 1.8 Plus, cuya diferencia principal está en la cilindrada y potencia del motor bencinero, de 1,5 y 1,8 litros, respectivamente, de 110 y 132 hp, y 143 y 182 Nm, respectivamente.
En términos de formato, llegan en versiones Cargo Box, Cargo Box refrigerada y pick up, con cabina simple y doble.
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Como otro elemento diferenciador de este nuevo actor del mercado es que los KYC poseen más capacidad de carga, tanto en peso como en volumen, ofreciendo 1.700 y 1.900 kilos, en el caso del 1.5 y 1.8, respectivamente, con una base de carga baja y barandas abatibles, en el caso del pick up esto último. Están construidos sobre chasis de largueros, con doble eje de rodado en la zaga y suspensión con paquete de resortes tanto adelante como atrás, demostrando así su condición de vehículo bien pensado para soportar el esfuerzo para el cual está pensado.
Todos bienen con dirección asistida, frenos de disco adelante y tambor atrás con ABS, radio con MP3, USB y entrada auxiliar, y un equipamiento que se refuerza con alzavidrios eléctricos y cierre central con mando a distancia en el X5 1.8 Plus, que además sube el aro de 14 a 15 pulgadas.
La fortaleza de los KYC viene de la mano de su robustez, buen nivel de equipamiento y, sobre todo, una capacidad y volumen de carga superior al resto del segmento o subsegmento en el que participa. Pero, sobre todo, estos nuevos camiones pequeños poseen un precio muy atractivo. De hecho, cuestan en el orden de la mitad de lo que valen los de origen coreano.
Los precios comienzan con el X5 1.5 cabina simple a 6.490.000 pesos, llegando hasta el X5 1.8 Plus Cargo Box Refrigerado (equipado en fábrica) a 9.290.000 pesos. Las siete versiones poseen bonos por financiamiento que fluctúan entre los 260 mil y los 340 mil pesos.
Tattersall Automotriz espera comercializar unas 2.500 unidades durante 2020, incluyendo el próximo lanzamiento, la T3, una minivan que carga 1.500 kilos (también con mayor capacidad que la competencia), de motor 1,5 litros, dirección asistida y aire acondicionado, entre otras características, y que debería llegar antes de fin de año.
El importador ofrece KYC en sus 24 puntos de venta a lo largo de todo el país.
