Este año, el mercado nacional vio la renovación de las pick ups líderes en Chile. Partió Mitsubishi con su L200 y luego vinieron las actualizaciones de la Nissan NP300 Navara y la Toyota Hilux. Todas, apelando a una idea similar: la seguridad.
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La que quedaba por subirse a las renovaciones era Ford y su Ranger. Si bien ya la habíamos visto en el lanzamiento regional de la marca en Argentina, faltaba su presentación definitiva en el país, donde se podría conocer de primera fuente las ventajas y fortalezas, especialmente ya sabiendo lo que traen sus rivales.
Y si bien también la marca del óvalo apunta a la seguridad, Ford pone su énfasis en el confort y el desempeño, sin dejar de lado tecnología y prevenciones de accidentes. Fabricada en la planta argentina de Pacheco, la Ranger da espacio a la renovación exterior, con nueva parrilla frontal, llantas de 18”, una antena rediseñada y nuevo calco con el nombre Ranger en la zona del portalón.
A propósito del portalón, ahora se abre con un 60% menos de esfuerzo, dice Ford, gracias a la incorporación de una barra de torsión que permite que la puerta no caiga de golpe y baje pausadamente.
Uno de sus grandes puntos fuertes es la suspensión reforzada. Para esta versión, Ford cambió la barra estabilizadora, rediseñó el juego de amortiguador y resorte y creó tres calibraciones de suspensión por peso, logrando un mejor movimiento de la carrocería y un andar mucho más suave. También ayuda a esto su nueva dirección electrónica, la que se presenta de serie en el modelo.
Aunque posee una generosa distancia de vadeo de 800 milímetros, el mayor de su segmento según la marca, el chasis se refuerza en protección de piezas, mezclando metal y plásticos duros para cubrir el cárter, la caja reductora, los tanques, la transmisión y el DFF, entre otros.
En cuanto a motorización, presenta un bloque bencinero Duratec 2.5 de 166 CV y 225 Nm con caja manual de cinco velocidades y dos diésel Puma: uno es un 2.2 de 160 CV y 385 Nm con transmisión mecánica de seis marchas; el otro es un 3.2 de 200 CV y 470 Nm con la misma caja mecánica de seis o una automática también de seis cambios.
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En equipamiento, según versión, la Ranger presenta una pantalla touch de 8” con el sistema SYNC3 y conectividad a Apple CarPlay y Android Auto, volante multifunción, sensor de lluvia, espejo fotocromático, palanca de cambios rediseñada, botón de encendido y smart entry, entre otros.
Tal como sus rivales, la seguridad es un aspecto primordial. Parte en los tres airbags y puede llegar a los siete en las dos versiones más altas, posee ESP, controles de tracción y control antivuelco, control crucero adaptativo en su tope de línea, sensor de fatiga, alerta de carril y un asistente de precolisión con detección de peatones y vehículos, que precarga los frenos para que reaccionen apenas perciba movimiento delante y que funciona hasta los 80 km/h.
Disponible en siete colores y diez versiones que combinan motorización, equipamiento y tracción entre 4×2 y 4×4, los precios de la nueva Ford Ranger parten en los $15.850.800 y llegan a los $28.976.500, todos con IVA incluido.