El planteamiento de Citroën en el Salón de Ginebra es claro: si con el 2CV pudieron hacer accesible el movimiento, la idea es ahora poner la movilidad urbana al alcance de todos. Así se lo trazó la marca francesa y siguiendo esa línea apareció el nuevo modelo conceptual que presentó en evento suizo.
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Se denomina Ami One Concept y está llamado, según Citroën, a hacer accesible la movilidad urbana con este vehículo que quiere posicionarse como alternativa al transporte público y a los vehículos de dos ruedas que se usan para transporte en la ciudad, como bicicletas y scooters.
Hablamos de un auto ultracompacto de dos plazas que mide apenas 2,5 metros de largo, pero que está hecho especialmente para entornos urbanos. Su diseño es simétrico, con puertas idénticas a cada lado y que se abren distinto: convencional para el pasajero y con bisagras en la puerta trasera para el conductor.
Techo de lona de apertura manual, manija exterior de puerta de correas de goma con un escáner para abrir y cerrar puertas con un smartphone, frontal expresivo gracias a la inspiración del conceptual CXperience de su firma luminosa más refinada y parachoques idénticos son otros de sus atributos.
El Ami One Concept presenta una autonomía cercana a los 100 kilómetros y una velocidad máxima de 45 km/h sin emitir dióxido de carbono. En carga rápida demora unas dos horas y se puede recargar en casa. Una gran cualidad, a juicio de Citroën, es su interior silencioso con un exterior que emite notas que cambian según la velocidad y que advierten a los peatones de su paso.
La revolución que pretende imponer Citroën en movilidad urbana está en la creación de una experiencia “on demand” del auto, permitiendo a los clientes la opción de elegir el tiempo de uso más adecuado a las necesidades, pasando de un uso breve de minutos u horas con el servicio Free2Move a cinco años, incluyendo arriendo de batería, estacionamiento y mantención en el pago mensual. Esta propuesta se está aplicando en Europa.
Además, mediante aplicaciones móviles, el Ami One advierte de zonas de carga en la ciudad y, usando apps como Waze o Google Maps, trazar un recorrido a seguir de un punto a otro considerando la energía disponible, el rango restante y los puntos de carga, entregando así un tiempo estimado de llegada incluyendo la carga.
