Hace un tiempo que Nissan viene haciendo videos de “homenaje” al cuerpo de robots que trabaja en la planta de la marca japonesa en Resende. Conocimos a la Señora Tetoboto y a Hércules en la serie “RE-Bot”, pero ahora es el turno de los bailarines de la fábrica.
Se llaman Samba y Kabuki, por las danzas típicas de Brasil y Japón, y trabajan en la cámara de pintura de Resende. Después de la primera mano hecha por humanos, viene el turno de la base, en donde ambos robots sacan a relucir todo el ritmo, con movimientos acompasados y coordinados.
Ellos se encargan del color y la personalidad a todas las piezas del auto. Después, otros robots ponen el barniz y con eso se cierra el trabajo de la pintura, llamado “3 Wet”, el cual se realiza en secuencia y sin necesidad de esperar secado entre ellas, lo que permite un trabajo más rápido.
En total, Samba y Kabuki pintan unos 560 conjuntos de piezas cada día, a un ritmo de 32 por hora. Parachoques, molduras y capas de retrovisores, todo pasa por el baile de los robots, los cuales hacen su labor de forma sustentable, sin ocupar pintura de más.