Parece que Europa le dice adiós lenta pero progresivamente al diesel. Según el informe realizado por la consultora Jato, este compuesto marcó mínimos históricos en la década y ya se proyecta su derrota total ante otros métodos de energía.
El reporte indica que la venta de autos con combustión diesel cayeron casi 600 mil unidades en comparación con 2016, llegando a 6,7 millones de vehículos en el continente. Esto significa una baja de 7,9%, mientras que combustibles como la gasolina crecieron 10,9% y los alternativos, como la electricidad, aumentaron su participación en casi 47%.
Además, el diesel cedió el primer lugar de uso en desmedro de la gasolina. Mientras el diesel posee una participación de 43,8%, la gasolina tiene el 50,1% y los alternativos, el 4,8%. El año 2016 la proporción era 48,9% contra 46,5% a favor del diesel.
Este resultado se vuelve más preocupante para el uso del diesel si se ve que en 2011 era usado por el 55% de los autos, con penetración sobre el 70% en países como Bélgica, España, Francia, Irlanda, Luxemburgo, Noruega y Portugal. Ahora, Irlanda y Portugal lideran apenas superando el 60%. Un caso dramático es Noruega, que pasó del 75% en 2011 al 23% en 2017.
Una de las razones que esgrime el informe es la preocupación de los gobiernos por los índices de emisiones, lo que los ha llevado a buscar formas de fomentar otras alternativas al diesel. El caso noruego, donde se espera eliminar los autos a combustión en 2025, es el más relevante.
En otros países como Italia, el tercer mayor mercado europeo de autos diesel y el más importante, con 56%, el diesel se mantiene como la alternativa más barata en comparación a la gasolina y no se ha tomado con fuerza un rol de buscar nuevas opciones.
En tanto, los combustibles alternativos, que pese a mostrar un aumento explosivo, aún no superan el millón de unidades en Europa y, a juicio del estudio, la falta de infraestructura es el principal obstáculo para su expansión mayor.