Un año después de la llegada del nuevo CX-9, Mazda mete una manito de gato para mejorar más aún el modelo. Así, el SUV de siete asientos pone nuevas y mejores herramientas de seguridad y conducción, para hacer el viaje más placentero.
Ahora, el CX-9 incorpora el sistema G-Vectoring Control, que da mayor estabilidad y control en el manejo gracias a la mejora del comportamiento de chasis a través de la optimización del torque del motor, entregando de paso más comodidad en los pasajeros. Además, la corrección de la estabilidad ayuda en aspectos como la reducción de la fatiga.
La seguridad, en tanto, se ve beneficiada con el nuevo sistema de frenado inteligente en ciudad (Advanced SCBS). Esto permite que el conductor sea alertado sonora y visualmente de un eventual choque y frenará si el sistema cree que el accidente es evitable, ya sea contra otro auto o un peatón.
Además, el CX-9 mejora la insonorización del habitáculo y se mejora el acceso a la tercera corrida de asientos, cambiando el deslizamiento e inclinación del respaldo. En tanto, las puertas se cierran con seguro automáticamente pasado los 10 km/h.
Con un motor 2.5 turbo de 227 hp y 420 Nm, diseño deportivo basado en la filosofía Kodo y el sistema Mazda Connect, el nuevo CX-9 se encuentra a un precio que parte en los $24.490.000.