Casi sin proponérselo, el polaco Marcin Budkowski se convirtió en el hombre más odiado de la Fórmula Uno. El profesional desató una tormenta en el seno del campeonato mundial después de ser confirmado como el nuevo líder en el desarrollo del chasis de Renault Sport.
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Esto no sería problema si no fuera porque Budkowski, antes de esto, era el jefe técnico de la Federación Internacional del Automóvil, por lo que su llegada a la casa francesa asoma para otros equipos como un eventual conflicto de intereses.
Budkowski, ingeniero con amplia trayectoria en equipos de F1 como Prost, Ferrari y McLaren, se acogió a una ley suiza que le permitió asumir el cargo después de tres meses de su presencia en la FIA, algo inusual en la Fórmula Uno, ya que el plazo común es de casi un año y medio.
Para los demás equipos de la F1, la llegada de Budkowski al Rombo puede significar que el polaco entregue secretos técnicos de FIA y de otras escuderías a Renault, los que pueden ser usados para que la marca francesa mejore su chasis, tarea principal del ingeniero.
“En estas personas depositas gran confianza. Marcin ha estado en los túneles de viento y viendo detalles íntimos de los autos del próximo año”, aseguró el jefe de Red Bull Christian Horner, mientras que el responsable de McLaren Eric Boullier afirmó que “no podemos prohibir que nadie cambie de trabajo, pero creemos que para los representantes de FIA en ese nivel se debe establecer otra duración mínima”.
Se estudian eventuales acciones legales en este aspecto, pero por ahora, Budkowski sigue firme en su trabajo en Renault mientras los demás estarán atentos al posible conflicto de interés.