Ahora es Bélgica, que se suma a Estados Unidos, y se trabaja para inaugurar en Polonia, Dinamarca, Alemania y Rusia. Así crece la tendencia de los llamados buzones para «depositar» a recién nacidos y así evitar los infanticidios.
Tras un juicio de tres años, la ONG Corvia obtuvo la autorización para construir este deposito en el distrito de Evere, en Bruselas. La objetivo que disminuir la tasa de abandono de bebes en las calles y abrir un espacio seguro para que las afligidas madres puedan dejar a los niños, de forma anónima.
Se trata de un lugar en forma de cuna calefaccionada en que la persona empuja una puerta y puede dejar al recién nacido. Cuando se cierra la puerta, esta queda bloqueada y se activa una alarma para que personal especializado vaya a buscar al bebé.
En Estados Unidos, en Indiana, ya existen siete de estos buzones, y en Ohio hay otros dos. También están en construcción en Polonia, Dinamarca, Alemania y Rusia.