Felix Byamukama es un ciudadano ugandés que vive en un pequeño poblado cerca del Parque Nacional de la Selva Impenetrable de Bwindi, pero ahora ganó fama de una muy mala forma: tras recibir una condena ejemplificadora de 11 años de cárcel por asesinar con una lanza a un gorila de montaña, especie protegida por Uganda.
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Byamukama fue detenido por la policía luego que se comprobara que ingresó al parque y mató varios animales, pero el acto estuvo en el crimen de Rafiki (que significa amigo en suahili), un gorila de montaña de 25 años y líder de u a familia de 17 animales de su especie, conocida como uno de los grupos más cercanos a los visitantes del parque.
La investigación que llevó adelante la Autoridad de Fauna Ugandesa (UWA), arrojó que el hombre mató al gorila y a varios otros animales, entre los que destaca un antílope.
Si bien Byamukama alegó legítima defensa para el crimen de Rafiki, la corte aplicó una condena ejemplificadora de 11 años de cárcel por haber ingresado ilegalmente a una zona protegida y haber matado un gorila de montaña, un antílope y otros ejemplares de animales.
«Estamos aliviados de que se haya hecho justicia por Rafiki y esto debería servir de ejemplo para otras personas que matan animales», aseguró el director ejecutivo de la UWA, Sam Mwandha.
Hoy en día se estima que la población total de gorilas de montaña alcanza lo 1.000 especímenes, repartidos en Uganda, Ruanda y República Democrática del Congo, una cifra alentadora, pues en 2008 se calculaban 680 individuos.