No sé ustedes, pero yo tengo una amiga que feliz se iría a vivir a la zona de Castelvetro, en la localidad italiana de Módena, luego que los habitantes notaran que al momento de abrir las llaves no salía agua, sino que vino.
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Todo ocurrió el pasado 4 de marzo, cuando los habitantes de la zona pensaron que tal como dice la Biblia ocurría algo divino en sus cañerías.
Pero lo cierto es que todo sucedió porque una falla técnica de una viña vertió litros de Lambrusco Grasparossa de fabricación local en el pozo de agua del pueblo.
Dulce líquido rosado
Según reportó el diario local Gazzeta Di Modena, los habitantes aprovecharon la inusual situación para recolectar vino y disfrutar «más tarde en un almuerzo o cena junto con otras especialidades modenesas típicas».
La bodega Settecani, tenía un silo defectuoso que filtraba el líquido rosado al suministro de agua local, que se fue abriendo paso a las cañerías y luego a las copas de los habitantes locales.
A través de Facebook el consejo local emitió una disculpa, aclarando que el problema iba a ser resulto a la brevedad, mientras algunos de los beneficiados celebraban el vino en sus cañerías y otros se manifestaban preocupados por la seguridad en el suministro de agua.