El veterano boxeador Albert Hughes Jr. volvió a subir a un ring a susd 70 años de edad con lo que rompió un récord guinness, pero lo más emotivo fue que dedicó su pelea a su hijo que se suicidó recientemente.
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Acompañado por su descendiente, entrenaron en el granero familiar ubicado en una carretera de Parker City, en Indiana. Albert Hughes III, su hijo, parecía feliz con la propuesta porque él, además, iba a ser parte de la cartelera histórica de su padre.
El hombre septuagenario, que se mantuvo activo en los cuadriláteros entre 1975 y 1983, todavía no entiende la decisión de Hughes III de quitarse la vida. “Cuando ocurrió su suicidio pensé en no realizar el combate. Dije ‘Diablos con eso’. Pero luego pensé que en los últimos meses él estaba vivo, se jactaba tanto de mí, estaba orgulloso. Así que seguí pensando en la pelea y finalmente llegué a la conclusión de que debía hacerla. Me paré frente a sus cenizas y le dije: ‘Hijo, voy a hacer esto por ti, porque realmente querías que lo hiciera’”, relató.
El momento llegó el pasado 14 de diciembre sobre un escenario montado en el Tyndall Armory de Indianapolis. Su rival, Tramane Towns, un pugilista de 43 años que inició su camino oficial en 2006 y sólo realizó 7 presentaciones, todas con derrotas incluyendo la caída en el segundo round contra Hughes Jr. De visible buen estado físico y en un combate donde su adversario casi no intentó golpearlo, Hughes Jr. lanzó algunos golpes certeros que decantaron en dos caídas de Towns y en la posterior victoria.
La presentación le permitió ingresar a los libros del Guinness como el más boxeador más longevo de la historia, superando al británico Steve Ward que en julio del 2017 se presentó en sus tierras con 60 años y 337 días.