Científicos lograron crear dos embriones de rinoceronte blanco del norte, un hito en la reproducción asistida que podría ser un punto de inflexión para esta especie al borde de la extinción.
Los embriones fueron creados in vitro con óvulos de las dos hembras aún vivas y esperma congelado de machos muertos, dijeron un consorcio internacional de científicos y conservacionistas.
Los embriones se encuentran ahora en nitrógeno líquido, listos para ser implantados en una madre sustituta _una rinoceronte blanca del sur_ próximamente.
La creación de los embriones se logró en los Laboratorios Avantea de Cremona, anunciaron los expertos en conferencia de prensa en Cremona, norte de Italia.
El profesor Cesare Galli y su equipo maduraron y fertilizaron los óvulos tomados el 22 de agosto a Najin y Fatu, las dos últimas hembras del mundo, que viven en el Ol Pejeta Conservancy en Kenia, con esperma tomado anteriormente de los machos Suni y Saut.
«Trajimos de Kenia 10 ovocitos, cinco de cada hembra», dijo Galli. «Después de la incubación, siete de estos maduraron y quedaron aptos para la fertilización».
Después de 10 días de incubación, dos óvulos de Fatu se volvieron embriones viables que fueron criopreservados para futura implantación, dijeron los científicos.
El último rinoceronte blanco del norte macho fue Sudan, de 45 años, quien adquirió fama en 2017 al aparecer como «el soltero más codiciado del mundo» en la aplicación de parejas Tinder en una campaña de recaudación de fondos. Fue sacrificado al sufrir enfermedades relacionadas con la edad.
Las décadas de caza furtiva diezmaron al rinoceronte blanco. Sudan fue el último de su subespecie que nació en la vida silvestre, en el país cuyo nombre llevaba.
El rinoceronte blanco del sur y el rinoceronte negro también son presa de cazadores furtivos, que venden sus cuernos en los mercados ilegales de Asia.