Calle Punta Arenas, en Antofagasta. Una casa que estuvo abandonada y con el plan de recuperación del Gobierno, tendría nueva cara. El objetivo de este proyecto es entregar viviendas para que sean utilizadas de la mejor forma. Por ello las fundaciones son un buen objetivo. Ese es el caso del centro espiritual “Luz y Progreso”.
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La labor de esta casa espiritual es sencilla, o así lo dicen. Se trata de una práctica para curar enfermos, pero con peculiares médicos. Estos estarían “ya fallecidos” y son provenientes de “otra dimensión”.
¿Qué sucede en la gobernación de Antofagasta?
La gobernación de Antofagasta sabe perfectamente qué está haciendo. A través de un comunicado la gobernación explicó que “son un centenar de almas de diferentes especializaciones”. Además complementaron diciendo que “se manifiestan a través de la médium, para seguir ayudando a las personas”. Pero esta ayuda, como ya notamos, no sería de este mundo. Sino “desde otro plano, el celestial”, reveló El Mercurio de Antofagasta.
Hay dos justificaciones para la gobernación. Primero y según se excusaron con el programa Puede ser Peor de Radio Biobío, habría mejorado la calidad de vida de los vecinos. Katherine López, la gobernadora de Antofagasta aseguró que por años vivió ahí “gente con problemas de adicción” y “delincuentes”.
En segundo lugar la autoridad asegura que “Luz y Progreso” fue la “única institución interesada” en usar el inmueble. López, al ser consultada sobre el espiritismo de la casa, fue tajante. “Es una cosa de creencias, y la verdad es que si existen personas que tienen la fe y la creencia necesaria para asistir a estos lugares, yo en lo personal no tengo por qué juzgar a esas personas que quieren creer o que mantengan esta fe”, dijo.