«Si amor, yo me equivoqué, lo siento». «Mande». «Yo pago, no te preocupes». «Yo cuido a los niños, usted salga con sus amigxs».
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Todo eso son frases que usted debe decir si quiere cumplir con un propósito en su vida: vivir muchos años.
Esto debido a que un estudio científico publicado por la revista Psychological Science determinó que mantener a tu pareja o cónyuge feliz es la clave para la longevidad. Incluso mucho más que nuestra propia alegría.
Acorde a la investigación efectuada por la Asociación de Ciencia Psicológica de Estados Unidos, el entorno es importante para las personas. En ese punto, mantener un buen ambiente social ayuda a tener una vida más saludable a largo plazo.
Y dentro de los factores que pueden contribuir a mantener un buen entorno, los expertos resaltaron que probablemente el punto más relevante sea «la satisfacción vital del cónyuge».
La autora del artículo, Olga Stavrova, indicó al respecto que el mantener a tu pareja feliz reduce la mortalidad de las personas, «independientemente de las características socioeconómicas y demográficas de los individuos o su estado de salud física».
¿Cómo se lograron dichos resultados?
La experta estudió a más de cuatro mil parejas, algunas de ellas casadas y otras no, por un período de ocho años en Estados Unidos. Todos en tanto tenían más de 50 años y fueron interrogados en diferentes ocasiones sobre cómo se sentían con sus vidas.
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Durante todo este lapso de tiempo, un 16% de los consultados fallecieron, siendo en su mayoría personas cuyas parejas admitían que se sentían infelices o poco satisfechas.
Y si bien existen diversos factores que también pueden tener importancia en la muerte de un ser humano, la investigadora indicó que el factor que más se repitió fue la poca felicidad de las parejas de los participantes que fallecieron.
Ante esto, Stavrova señaló que ser feliz va de la mano por ejemplo con una buena salud, con dieta balanceada en su alimentación y con efectuar actividad física. Y que si usted ve a su pareja hacer ese tipo de cosas, en la mayoría de las veces se adoptan comportamientos similares.
Mientras que en la otra vereda pasa exactamente lo mismo. «Si su pareja está deprimida y quiere pasar la noche comiendo patatas fritas frente al televisor, así es como usted terminará pasando su noche», remató la autora.
