El pasado lunes 15 de abril parecía que la misteriosa desaparición de Maritza Bravo había sido aclarada, luego que la joven de 25 años fuera encontrada tras una semana extraviada. Sin embargo, el caso seguía en una nebulosa ya que el rastro de la mujer se había perdido el jueves de la semana pasada en la Región del Maule, en donde se encontró su motocicleta con manchas de sangre en el camino que hacía diariamente desde su trabajo a su domicilio en Rauco.
Eso hasta el miércoles cuando investigadores de la PDI determinaron que la mujer habría simulado su propio secuestro.
Maritza Bravo aseguraba no recordar nada de lo sucedido después de la supuesta captura, pero tal como consignó el Matinal Mucho Gusto, hubo algunas contradicciones en su declaración policial.
El bus a Calama
La joven habría abandonado su la moto en el kilómetro 1,6 de la ruta J-640, que une Tutuquén y Rauco, lugar donde estaba su domicilio para abordar un bus en la carretera rumbo a Santiago.
En la capital, la mujer se habría cortado el pelo y cambiado de ropa para girar dinero y tomar un nuevo bus, esta vez en dirección a Calama, desde donde tomó el que la llevó finalmente a Antofagasta.
En esa ciudad se dirigió a la comuna de Mejillones, donde habría ingerido fármacos que la mantuvieron drogada hasta ser encontrada.
No se conocen aún los motivos de la joven para simular su secuestro, pero se cree que podrían ser temas familiares, laborales y de pareja que habría estado evadiendo.
Hasta ahora la carpeta investigativa se ha mantenido bajo reserva -publica radio Biobío– y ahora se desconoce cuáles son las implicancias que podría tener la confirmación de esta versión.