La miró mientras la estaban ahorcando, se acercó, le tomó la mano y le dijo que todo estaba bien. Ese es parte del escalofriante relato de Sara Packer, la mujer que planeó junto a su novio, Jacob Sullivan, el asesinato de su hija porque la “odiaba” y no quería que siguiera viva.
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En una audiencia en la que se sentenció a Sullivan por violación, asesinato y otros delitos y en la que los fiscales están pidiendo la pena de muerte, Packer prestó testimonio y contó terribles detalles del homicidio de Grace, de sólo 14 años.
La mujer dijo que su hija tenía un serio problema de disciplina y que era una “niña muy difícil”, por lo que quería que ella muriera, indica New York Post.
Afirmó que “odiaba a Grace” y que había compartido con su novio una “fantasía” de asesinato y violación de la adolescente.
La “madre”, que incluso sonreía por momentos mientras daba su testimonio, confesó que había observado como su novio violaba y estrangulaba a su hija.
Tras el homicidio, Packer ayudó a Sullivan a descuartizar el cuerpo y luego, meses después, se deshicieron de él.
En un primer momento, ambos habían tratado de matarla con una sobredosis de medicamentos. La mujer dijo que había ayudado a su novio a atar y ponerle una mordaza a Grace y la idea era dejarla morir.
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De alguna manera su hija sobrevivió y logró desatarse, pero no pudo escapar de la casa y cuando ellos regresaron cerca de 12 horas después de darle los medicamentos, Sullivan la estranguló.
Packer logró un acuerdo con la fiscalía y se declaró culpable de asesinato en primer grado, por lo que pasará el resto de su vida en prisión en Pensilvania.
El fiscal aseguró que lo había hecho porque “la evidencia física contra ella era débil”, debido a que había sido su novio el cometió la violación y el homicidio.
