Si, las cosas a veces no son como pensamos y en este caso hemos estado equivocados por muchísimos años, por 126 para ser exactos. Todo porque el Museo Británico terminó con el mito acerca de la visión que todos tenemos del famoso cuadro «El grito», del noruego Edvard Munch.
Según la institución, en realidad el cuadro no retrata a nadie gritando, sino más bien a alguien escuchando un grito, lo que queda demostrado en una litografía del cuadro realizada en blanco y negro por el autor, en el que además hay una inscripción donde se lee «sentí un gran grito en toda la naturaleza».
La curadora de la exposición dedicada a Munch, Giulia Bartrum, explicó al diario inglés The Telegraph que «esta rara versión de «El grito» que estamos exhibiendo en el Museo Británico deja en claro que la obra de arte más famosa de Munch representa a una persona que escucha un grito y no, como muchas personas continúan asumiendo y debatiendo, a una persona que grita».
«¿Hemosido engañados?»
El debate sobre la pintura se abrió nuevamente gracias a la exposición «Edvard Munch: amor y angustia», que leva a cabo el Museo Británico y que es considerada la más grande dedicada al artista en el Reino Unido en 45 años.
Cabe recordar que durante años se ha hablado acerca de lo que sucede con el protagonista de la famosa pintura. Incluso el ex director del Museo Munch en Oslo, Gunnar Soerensen, trató de zanjar la discusión señalando que «podría ser un grito en la naturaleza o una persona que grita. Es una cuestión de interpretación».
Sin embargo, el sucesor de Soerensen, Stein Olav Hernichsen, decidió darle la razón al Museo Británico. «Hay muchos comentarios sobre este trabajo, pero tenemos las propias palabras de Munch y esta es una persona que se cubre los oídos mientras escuchan los gritos de la naturaleza», precisó.