Cincuenta personas, incluidas las estrellas de Hollywood Felicity Huffman y Lori Loughlin, fueron acusadas del martes de un ardid por el que padres ricos supuestamente sobornaron a autoridades universitarias y otras personas para que sus hijos ingresaran en algunas de las instituciones más selectas del país.
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Las autoridades federales lo calificaron como el mayor fraude de admisiones que haya perseguido el Departamento de Justicia, por el que los padres acusados pagaron cerca de 25 millones de dólares en sobornos.
Al menos nueve entrenadores deportivos y 33 padres, muchos de ellos destacados en los sectores de derecho, finanzas, gastronomía, bebidas y otras industrias, fueron acusados. Decenas de personas, incluyendo a Huffman, la actriz galardonada con el Emmy por la serie de ABC «Desperate Housewives», fueron arrestadas.
«Estos padres son un catálogo de riqueza y privilegio», dijo el fiscal Andrew Lelling al anunciar los resultados de la investigación por fraude y asociación ilícita, apodada “Operation Varsity Blues”.
Los entrenadores trabajaban en universidades como Yale, Stanford, Georgetown, Wake Forest, la Universidad de Texas, la Universidad del Sur de California (USC) y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Un exentrenador de fútbol de Yale se declaró culpable y ayudó a que se presentara el caso contra los demás.
Dos de los acusados, el entrenador de vela de Stanford y el asesor de admisiones de la universidad, están totalmente implicados en el ardid. Ambos se declararon culpables el martes en Boston. Otros se presentaron en la corte y quedaron libres tras pagar una fianza.
Ninguno de los estudiantes fue acusado, pues las autoridades dicen que en muchos casos los adolescentes desconocían lo que pasaba. Varias de las universidades involucradas no dijeron nada sobre emprender acciones contra los alumnos.
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El escándalo definitivamente ayudará a impulsar las antiguas quejas sobre que los hijos de los ricos y las personas con contactos tienen un pase rápido de admisión a las universidades estadounidenses, a veces a través de grandes donaciones de sus padres, lo que lleva a la idea de que el privilegio engendra el privilegio.
Varios especialistas en universidades se mostraron poco sorprendidos por las acusaciones.
“Esta historia es la prueba de que siempre habrá un mercado para los padres que tienen los recursos y están desesperados porque su hijo tenga un éxito más”, dijo Mark Sklarow, director general de Independent Educational Consultants Association. «Esto fue comprar un producto de marca de prestigio y estar dispuesto a gastar lo que sea”.
El principal implicado en el ardid fue identificado como el consultor de admisiones William «Rick» Singer, fundador de Edge College & Career Network de Newport Beach, California. Singer se declaró culpable al igual que John Vandemoer de Stanford.
El abogado de Singer, Donald Heller, dijo que su cliente planea cooperar totalmente con los fiscales y “se arrepiente y siente remordimiento además de que quiere seguir adelante con su vida”.
Los fiscales dijeron que los padres le pagaron grandes cantidades a Singer, desde 2011 hasta el mes pasado, para sobornar a los entrenadores y a los administradores para hacer que sus hijos parecieran deportistas destacados y que esto aumentara sus posibilidades de ser admitidos. El consultor también contrató a dobles para que presentaran exámenes de admisión por los estudiantes y les pagó a personas dentro de las instituciones y en centros de exámenes para corregir las respuestas de los estudiantes.
Algunos padres gastaron cientos de miles de dólares y otros hasta 6,5 millones para garantizar la admisión de sus hijos, señalaron las autoridades.
«Por cada estudiante admitido mediante fraude, un estudiante honesto y verdaderamente talentoso fue rechazado», dijo Lelling.
A varios de los acusados, incluyendo a Huffman, se les presentaron cargos de asociación ilícita para defraudar, lo que implica una sentencia de hasta 20 años en prisión.
Un chileno en la lista
Pero no solamente hay celebridades y millonarios estadounidenses, ya que un chileno también figura en la lista de acusados en los sobornos.
Según informa Radio Cooperativa, entre los nombres aparece Agustín Francisco Huneeus Jr., quien es un empresario vitivinícola nacido en nuestro país y que es presidente de la compañía Huneeus Vintners, la cual se ubica en el Valle de Napa en California.
Acorde a la publicación, el chileno «participó tanto en el esquema de trampas del examen de ingreso a la universidad (de California del Sur) como en el plan de reclutamiento universitario para su hija», según habrían manifestado los fiscales federales de Boston.
En la declaración jurada de la agente especial del FBI Laura Smith, Huneeus habría pagado 50 mil dólares a la persona que ayudó a que su hija tomara el examen de admisión universitaria SAT, lo cual se extendió durante varios días y que supuestamente el supervisor habría brindado ayuda a la joven y además corregirles «sus respuestas después de que ella lo completó».
Los documentos judiciales indicarían también que el empresario habría fingido que su hija era una estrella de waterpolo en la secundaria, señalando el medio que el nacional efectuó «pagos a Donna Heinel, la directora atlética asociada de la Universidad del Sur de California, y Jovan Vavic, el entrenador de waterpolo de la casa de estudios».
Cabe mencionar que la investigación determinó que los estudiantes no tenían conciencia de que sus padres habría efectuado sobornos para que ellos ingresaran a las universidades.