El hallazgo del cuerpo de Sebastián Leiva, más conocido como «Cangri», causó impacto en nuestro país. Tras darse a conocer que el joven estaba desaparecido, finalmente el domingo 24 de febrero se dio a conocer la lamentable noticia que sus restos fueron encontrados en pleno altiplano boliviano.
Y tras esta situación, no han faltado las personas que han viralizado unas presuntas fotos del cuerpo de «Cangri», las cuales han sido difundidas a través de redes sociales y WhatsApp.
Por lo mismo, los cercanos al joven han realizado llamados para que se frene este situación por respeto ante lo ocurrido. Sin embargo, no todos han hecho caso y se ha mantenido lamentablemente esta práctica.
Ante esto, en CNN Chile dieron a conocer las sanciones que podrían recibir quienes viralicen dichas imágenes, como un llamado para que al menos por temor se ponga fin a esta acción.
El abogado y académico de la facultad de Comunicación de la Universidad de Los Andes Pedro Anguita señaló en ese sentido que «la muerte de una persona corresponde a parte de la vida privada».
En ese punto, si bien precisó que al morir uno no tiene derechos ante la ley, resaltó que «en general hay un deseo de los familiares a que se respete lo que es un persona después de vivir».
Al respecto, el sistema penal chileno contempla el resguardo de la vida privada de las personas a través del artículo 161 A del Código Penal, en donde se indica lo siguiente:
«Se castigará con la pena de reclusión menor en cualquiera de sus grados y multa de 50 a 500 Unidades Tributarias Mensuales al que, en recintos particulares o lugares que no sean de libre acceso al público, sin autorización del afectado y por cualquier medio, capte, intercepte, grabe o reproduzca conversaciones o comunicaciones de carácter privado; sustraiga, fotografíe, fotocopie o reproduzca documentos o instrumentos de carácter privado; o capte, grabe, filme o fotografíe imágenes o hechos de carácter privado que se produzcan, realicen, ocurran o existan en recintos particulares o lugares que no sean de libre acceso al público». En ese punto, la misma pena tendrían quienes difundan estos registros.
Por último, para Anguita existe un punto en este caso que es difuso, ya que las presuntas fotografías de Leiva fueron tomadas en un lugar público, pese a que el cuerpo correspondería a la intimidad de la familia.
«Hay un tema de respeto a normas sociales, respeto a la intimidad que supone un cadáver, que por supuesto afecta a los parientes», remató el abogado.