El martes se conoció una desgarradora noticia: el Melomys de Brambley Cay -un roedor australiano- sería el primer mamífero en desaparecer por el daño climático causado por el hombre.
Un dato que no deja a nadie indiferente y que nuevamente enciende las alertas acerca de la necesidad que existe por cambiar las condiciones que están empujando el calentamiento global.
En esa línea, aunque las perspectivas para los arrecifes de coral son sombrías en un planeta cada vez más cálido, un inusual rayo de esperanza fue detectado por científicos en Israel quienes descubrieron que los corales del norte del Mar Rojo podrían sobrevivir, e incluso avanzar, hasta el próximo siglo.
Existe un amplio consenso científico acerca de que los efectos del cambio climático han devastado arrecifes en todo el planeta, recientemente gran parte de la Gran Barrera de Coral de Australia, una de las maravillas naturales del mundo.
El dióxido de carbono que los humanos bombean a la atmósfera eleva la temperatura y la acidez del agua del mar, lo que envenena a los invertebrados marinos y dificulta su crecimiento a niveles alarmantes, según estudios publicados el año pasado en la revista Science. Los expertos estiman que la mitad de los corales que existían a principios del siglo XX han muerto.
Resistentes
Pero los corales del extremo norte del Mar Rojo muestran una notable resistencia al aumento de la temperatura del agua y la acidificación, según una investigación reciente del Instituto Interuniversitario para Ciencias Marinas, con sede en Eilat. Los expertos esperan que las lecciones aprendidas en el Mar Rojo puedan ayudar a salvar las formaciones de coral en otras partes del mundo.
«Los corales de todo el mundo están muriendo y sufriendo a un ritmo acelerado, pero en el Golfo de Áqaba no hemos sido testigos de un solo episodio de blanqueamiento”, dijo Maoz Fine, experto en barreras de coral de la Universidad Bar-Ilan y director de la investigación.
El aumento de la temperatura del agua hace que los corales expulsen las plantas de colores brillantes que son su principal alimento y fuente de oxígeno. Esto hace que las formaciones se “decoloren” o adquieran un color blanquecino que, a menudo, presagia una masiva mortalidad.
Aunque hay otras especies de corales más resistentes en los océanos Índico y Pacifico, » no hay otro lugar en el mundo donde los corales estén tan lejos del umbral de blanqueamiento”, apuntó Fine. Pese a que todavía se desconocen muchos otros refugios, «este es el único lugar que conocemos con garantía de asegurar que estos corales estarán seguros durante las próximas décadas”, dijo.