José Rosello, el padre de Julen, reveló sus sensaciones a días de confirmarse que el menor de 2 años falleció tras caer en un pozo de más de 100 metros de profundidad y 25 centímetros de diámetro, que provocó un rescate sin precedentes en la historia de España.
A días además del funeral del pequeño, el hombre indicó que intenta pasar a otra cosa en su vida y tratar de no pensar en las desgracias tras el deceso del niño, pero que «yo cierro los ojos y veo lo mismo: el pozo».
«Me maldigo. Maldigo ese día. En qué mala hora fui yo allí. Ya no volveré a ir más al campo, ni me comeré un plato de paella», aseguró en entrevista con Diario Sur.
Rosello aseguró además que tanto él como su esposa se sienten «muy arropados» y «emocionados» con los mensajes de apoyo que le han llegado desde diversos rincones del mundo.
«Nos hemos sentido muy arropados; aunque el dolor no me lo quite nadie, estaré eternamente agradecido», resaltó el hombre.
Por último recordó el fallecimiento de su hijo Oliver el 2017 cuando el menor tenía 3 años y sufrió una muerte súbita. «Antes vivíamos con mi familia, pero cuando nos pasó lo de Óliver nos tuvimos que ir porque todo eran recuerdos. Y ahora igual. Entras y empiezas a ver muñecos, pelotas…Llevamos tres o cuatro días quedándonos en la de un amigo y solo vamos a la nuestra para dormir», finalizó.