Hace unas semanas, el caso de una niña violada por un vecino y que había quedado embarazada se transformó en un debate nacional en Argentina luego de la petición de la familia, y de la propia menor, para que su embarazo fuera interrumpido.
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El caso salió a la luz luego de que los médicos se negaran a practicarle el aborto, a pesar de un fallo de la Corte Suprema, ya que según el gobierno de Jujuy ”excedía el tiempo de gestación que fija el protocolo de la provincia”, señala La Nación.
La menor había llegado hasta el hospital once días atrás con dolores abdominales y ahí los doctores y la familia descubrieron que la niña estaba embarazada y con 23 y media semanas de gestación.
Los facultativos decidieron finalmente realizar una cesárea a la menor y la bebé nació el viernes pasado pesando tan sólo 700 gramos.
“Hay un vacío legal muy importante en cuanto a la interrupción legal de embarazo. Hay muchas formas de hacerlo”, dijo uno de los funcionarios del hospital justificando el procedimiento, indica TN.
La recién nacida quedó internada en el Servicio de Neonatología y se encontraba en buen estado.
A las 20.30 horas de ayer martes, desde el Hospital Materno Infantil Dr. Héctor Quintana se emitió un comunicado en el que se informaba que la bebé había fallecido.