Sonny Gilligan y sus tres perros Charlie, Scooter y Cowboy habían salido a cazar y organizaban todas sus pertenencias para regresar a su casa en Nuevo México, cuando se desató la tragedia.
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Uno de los cachorros le disparó accidentalmente a su dueño, casi provocándole la muerte.
El confuso incidente, que ha dado que hablar y ha generado algunas burlas en las redes sociales, se produjo cuando Gilligan ordenó sus armas en la camioneta y subió a sus perros. El hombre no se dio cuenta de que una de las armas estaba cargada y sin el seguro, por lo que al ser pasada a llevar por Charlie, se disparó.
De acuerdo con la investigación policial, el animal mezcla de rotweiller pisó con su pata el gatillo lo que produjo el disparo que le atravesó el pecho.
«Pensé que el disparo había venido desde otro lugar, pero me di cuenta que no había nadie alrededor de nosotros dijo la víctima».
«Se me abrió un agujero enorme, había mucha sangre allí. Pude verla y también la sentí», reveló Gilligan a los medios locales.
«Mi perro es bueno nunca me haría daño»
Al notar la gravedad de la herida, la víctima llamó a los servicios de emergencia, quienes lo encontraron sentado a un lado de su camioneta acompañado de sus perros, bastante débil producto de la pérdida de sangre.
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La policía investigó el sector y finalmente determinaron que uno de los perros que lo acompañaban le había disparado.
En una primera instancia, el hombre aseguró que se había herido el mismo por error para proteger a Charlie de la «cárcel».
«Sé que Charlie no quiso hacerlo», le dijo a la policía, «él es un buen perro», agregó en su testimonio.
Los animales fueron destinados a la «cárcel» según el relato del dueño, luego que fueran llevados a un refugio animal mientras se recupera de sus heridas.