Tenía una amigdalitis y los médicos le administraron penicilina -un antibiótico común y de los más utilizados- para tratar la enfermedad. Pero el cuerpo de Cammile Lagier, de 29 años, no reaccionó de la mejor manera.
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La joven empezó a notar unas pequeñas erupciones en su piel, las que rápidamente se transformaron en quemaduras que cubrieron el 90% de su cuerpo y la obligaron a permanecer internada por tres semanas en el hospital, al borde de la muerte.
Ni la joven ni los médicos sabían de su alergia a la penicilina, por lo que el remedio en este caso fue realmente peor que la enfermedad.
Debido a la reacción conocida como necrólisis epidérmica tóxica -que sólo afecta a una o dos personas por millón- Cammile ahora está cubierta de cicatrices y pese a que la situación fue realmente compleja está feliz de poder seguir con vida.
«Las cicatrices me recuerdan todo los días que gané», dijo.
Daños en el cuerpo
Durante las tres semanas que la joven estuvo internada, su boca, lengua, genitales y la tráquea también sufrieron daños.
Camille contó al medio inglés Daily Mail que sus primeros síntomas fueron «picazón en los ojos y algunas manchas en mi espalda que empeoraron con la hora».
Sobre el uso de la penicilina, la mujer señaló que la había utilizado cuando niña sin problemas, por lo que ocurrió fue completamente inesperado .»Ya había tomado penicilina desde que era una niña, pero en cualquier momento puede surgir una alergia», agregó.