Una «galaxia monstruosa» fue detectada desde Chile por un equipo de astrónomos, que elaboró el atlas anatómico más detallado a la fecha de esta formación situada a 12.400 millones de años luz, gracias al Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA).
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Los investigadores revelaron que las nubes moleculares de la galaxia son sumamente inestables y, por lo tanto, fabrican estrellas a un ritmo desenfrenado, determinando preliminarmente que las galaxias monstruosas son las antecesoras de las enormes galaxias elípticas de hoy, con lo cual el hallazgo ayuda a entender la formación y evolución de estas galaxias.
“Una de las mejores hazañas de ALMA es observar las galaxias lejanas con un nivel de resolución sin precedentes”, dijo Ken-ichi Tadaki, investigador de posdoctorado de la Sociedad Japonesa para el Fomento de la Ciencia y el Observatorio Astronómico Nacional de Japón, autor principal del artículo científico publicado en la revista Nature.
¿Qué son las galaxias monstruosas?
Las galaxias monstruosas, o galaxias con brotes de formación estelar, producen estrellas a un ritmo impresionante: 1.000 veces más rápido que nuestra propia galaxia. Pero, ¿de dónde viene tanto frenesí? Para responder esta pregunta, los astrónomos necesitaban conocer el entorno de las incubadoras estelares. Y para ello, era fundamental producir mapas detallados de las nubes moleculares de estos monstruos cósmicos.
Tadaki y su equipo eligieron COSMOS-AzTEC-1. Esta galaxia fue descubierta por el telescopio James Clerk Maxwell, en Hawái, y más tarde el Large Millimeter Telescope (LMT), en México, descubrió que contenía grandes cantidades de monóxido de carbono y reveló brotes de formación estelar ocultos en ella. Las observaciones del LMT también permitieron calcular la distancia de la galaxia, que se encuentra a 12.400 millones de años luz.
Si bien los investigadores descubrieron que COSMOS-AzTEC-1 contenía ingredientes para fabricar estrellas en grandes cantidades, todavía no lograban determinar a ciencia cierta las características del gas cósmico que contenía. Así, el equipo usó la alta sensibilidad y capacidad de resolución de ALMA para observar la galaxia y generar un mapa detallado de la distribución y el movimiento del gas molecular.
“Descubrimos que hay dos grandes nubes a varios miles de años luz del centro”, relató Tadaki. “En la mayoría de las galaxias con brotes de formación estelar, las estrellas se forman en el centro, por eso es tan sorprendente encontrar nubes periféricas”.
Los resultados de este estudio se consignaron en el artículo de Tadaki et al. titulado “A gravitationally unstable gas disk of a starburst galaxy 12 billion years ago” (‘Disco de gas gravitacionalmente inestable en galaxia con brotes de formación estelar hace 12.000 millones de años’), publicado en la revista Nature el 30 de agosto de 2018.