Un terremoto de 6,9 remeció el pasado martes a Venezuela, llamando la atención de un experto mexicano, quien aseguró que esta situación es bastante «inusual».
El director del Departamento de Sismología de Central de Emergencias Iquique localizado en el país azteca, Juan Cigala, afirmó al diario El Nacional que el mencionado sismo se debe considerar como un hecho «excepcional».
«La dirección hacia donde fue liberada la energía no es usual, no es hacia donde debería ser. Las placas del Caribe se deben mover a la derecha, hacia el océano Atlántico, y la de Suramérica, a la izquierda, al oeste, al océano Pacífico. El sismo ocurrió cerca de donde inician su contacto las dos placas», expresó.
En ese sentido, aseguró que lo normal es que cuando esto ocurre la energía se libera de forma perpendicular al plano que forman las dos placas. «Pero la energía se liberó hacia al noreste y el suroeste, lo que explica por qué tenemos daños en Trinidad y Tobago, que está a la derecha del epicentro, y en las Antillas Menores, donde se percibió el sismo. Eso lo hace extraño», resaltó.
«Hay gente que lo sintió a 1.732 kilómetros de distancia, lo que no es normal. La Tierra no se comportó como debería haberlo hecho, según la teoría de las placas, y que debe ser lo usual en la liberación de energía en este punto del planeta», recalcó.
De igual manera, el especialista señaló que eso no es el único punto extraño en el movimiento telúrico, haciendo una comparación entre este temblor y el que afectó a su país en septiembre del año pasado. En ese punto, indicó que un sismo de estas características debería estar acompañado de entre 12 a 24 réplicas, las cuales deberían ser de 4,0 a 5,0 Richter, algo que no ha acontecido.
También considera extraña la duración del terremoto: «Generalmente los sismos de magnitud 7 tienen una duración cercana a 3 minutos. El sismo de Venezuela duró aproximadamente 2 minutos con 20 segundos. Hay dos jalones fuertes que registra el sismógrafo. El sismo del 19 de septiembre de 2017 en Puebla, México, duró 1 minuto y 30 segundos. Los dos rompen las reglas. Estamos ante movimientos telúricos recientes en los que la Tierra se comportó de forma distinta».
«Es irresponsable»
No todos eso sí comparten las palabras de Cigala. La ingeniera civil venezolana y experta en riesgo sísmico, Valentina Páez Hernández, tildó de «irresponsables» las palabras del mexicano.
En ese sentido, remarcó que «el comportamiento sísmico es imposible de predecir y cada evento es único». También manifestó que tampoco se pueden «predecir las réplicas».
De igual forma, aseguró a RT que no es llegar y comparar distintos temblores, ya sean el de Venezuela con el mexicano, e inclusive si han sido en el mismo país.
Sobre el país azteca, precisó que «la condición de sitio de México es muy diferente a la nuestra, especialmente por los tipos de suelo», lo que hace que no sean ambos material para ser comparables.
«Por ejemplo, si este evento lo queremos comparar con el sismo de 1997 en Cariaco (en el oriente de Venezuela), que fue de la misma magnitud (Mw 6,9), debemos determinar la aceleración y así poder correlacionar», expresó.
¿Es culpable el «anillo de fuego»?
Más de 70 temblores han ocurrido en los últimos días en la zona conocida como el «anillo de fuego del Pacífico». Sin embargo, este sismo no se puede asociar a la mencionada área, ya que Venezuela no se ubica en este punto.
En ese sentido, los países sudamericanos que se encuentran en esta zona son Chile, Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia. Eso sí, justo el movimiento telúrico coincidió con la ocurrencia de temblores en la zona, aumentando la sensación de preocupación ante un posible gran terremoto en el también llamado «cinturón de fuego».
El punto en donde sí existe mayor temor es en California en Estados Unidos. Hace años que se plantea la posibilidad que ocurra un hecho de este tipo, el cual es tildado como el «Big One», considerando que hace más de 160 años que no acontece un temblor de grandes características.
«La situación del terremoto en California es más grave de lo que la gente que no es sismóloga podría darse cuenta», expresó al respecto el profesor de geofísica Richard Aster al NY Post.