Berlinah Wallace fue sentenciada a cadena perpetua pero podría pedir libertad condicional luego de 12 años en prisión por un brutal crimen que terminó con su ex pareja solicitando la eutanasia.
La mujer de 49 años tenía una relación con Mark van Dongen, sin embargo este la terminó y al poco tiempo le contó que tenía una nueva novia.
Al conocer la noticia Berlinah comenzó a planear una horrible venganza, y según señaló la jueza mientras leía la sentencia, utilizó «chantaje emocional» para que Mark fuera a su departamento.
La pareja terminó la noche en la cama y cuando el joven de 29 años estaba durmiendo, la mujer fue a otra habitación a buscar una botella con ácido sulfúrico.
Cuando volvió, Mark despertó, quedó mirando a Berlinah que estaba junto a la cama y entre risas la mujer le dijo: “si no puedo tenerte, nadie puede», antes de arrojarle el líquido, señala The Guardian.
Según el dictamen, la mujer preparó fríamente la venganza e incluso estudió por meses en internet los daños que podría provocarle a su ex el ácido, por lo que dijo que el ataque fue “premeditado, sádico, malicioso e insensible”.
“Tu intención era quemarlo, desfigurarlo para que Mark van Dongen no fuera atractivo para ninguna otra mujer. Fue un acto de maldad pura”, indicó la magistrada Nicola Davies.
Las lesiones que sufrió el joven fueron terribles, ya que resultó con quemaduras «en el 25% del cuerpo, quedó paralizado desde el cuello hacia abajo, perdió la mayor parte de su visión y su pierna izquierda tuvo que ser amputada”, detalla el medio inglés.
Luego de más de un año internado en un hospital de Bristol, Mark fue trasladado a un recinto asistencial en Bélgica. Ahí solicitó la eutanasia y finalmente terminó con su sufrimiento.
Davies dijo que no podía condenar a Berlinah por la muerte de su ex pareja, y la terminó condenando por las terribles lesiones que le causó a Mark, las que habían cambiado su vida y que lo llevó a padecer durante 15 meses un “sufrimiento físico y psicológico agudo”.
La familia de la víctima, eso sí, consideró que la pena era insuficiente y que no entendían cómo Berlinah iba a poder apelar a su sentencia luego de 12 años de prisión.
“Realmente esto es muy poco, nosotros como familia hemos sido sentenciados de por vida. Espero que nunca salga de la cárcel”, dijo el padre de Mark.