¿Se acuerdan del «thigh gap»? ¿Aquella tendencia donde uno demostraba que era «flaco» con el espacio que uno tenía entre las piernas? Pues ahora otra tendencia se está imponiendo entre las famosas: el «ab crack». Marcar la línea abdominal de manera exagerada hasta el punto de dividir el estómago, como se ve en esta foto de la modelo Emily Ratajkowski:
Esta tendencia se llama «Ab Cracks», o así la bautizó la revista de moda Elle. Esta línea que divide el abdomen también se puede notar en modelos como Jourdan Dunn, Bella Hadid y Nina Agdal.
Al parecer, esta moda corporal se inició en la tendencia #fitspo de Instagram, que tiene más de 30 millones de posts y en los que se ven a las famosas y a los internautas anónimos haciendo ejercicio. Pero no porque esto sea popular significa que sea aceptado. De hecho, muchos critican que esto solamente represente ideales irreales en cuanto a belleza y figura.
«¿Esto es una tendencia? Pobres chicas. Literalmente se matan de hambre para conseguir aprobación», dice la tuitera que podrán leer a continuación.
De famosas y sus «body issues»
Las más bellas y celebradas, desde siempre, han tenido problemas para aceptarse incluso ellas mismas. La emperatriz del Imperio AustroHúngaro, «Sissí», lejos de su vida idílica de leyenda tenía una personalidad compleja: tal era la obsesión por su cuerpo, que comía poco, hacía ejercicios extenuantes y vendaba su vientre con sábanas para tener «la figura ideal».
O qué decir de la «pobre niña rica», la millonaria más famosa del mundo a comienzos del siglo XX: Bárbara Hutton, quien también sufrió problemas de anorexia nerviosa: solo comía platos de verduras cada tres días y consumía solo anfetaminas y alcohol, así como café.
Y así, muchas como ellas siempre tuvieron que mantenerse «en su peso ideal». Judy Garland, protagonista de «El Mago de Oz» y madre de Liza Minnelli, también fue otra víctima de los estándares de belleza comerciales del cine y se hizo adicta a las anfetaminas. A Elizabeth Taylor solían criticarla por su físico «robusto» y así, varias actrices y famosas en todos los ámbitos han tenido problemas con su propio cuerpo. Demi Lovato sufrió anorexia, las gemelas Olsen también, así como Lara Flynn Boyle.
La primera, por lo menos lo reconoció. En cambio otras, hartas de esos estereotipos, han comenzado a rebelarse. Jennifer Lawrence protesta contra quienes la tildan de «gorda», por ser una categoría tiránica. Adele triunfa con su talla y defiende su apariencia. Lena Dunham, criticada por su cuerpo en «Girls», ha luchado contra aquellos que la quieren menospreciar por no ser como una modelo.
