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El domingo 14 de diciembre se estrenó por las pantallas de canal 13 la nueva teleserie turca “El Sultán” que recrea la historia de amor del Sultán Suleimán y una esclava rusa que se convierte en su concubina favorita, a la que decide llamar Hürrem.
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Esta historia no se queda sólo en la ficción ya que el Sultán del imperio Otomano que fue llamado “El Magnífico”, efectivamente vivió una intensa historia de amor con una de sus concubinas, por la que transgredió varias tradiciones y por la que fue capaz de asesinar a su mejor amigo y más fiel consejero.
Tal como cuenta la producción protagonizada por Halit Ergenç, Alexandra Anastasia Lisovska, nombre real de la concubina de Suleimán, se cree que fue hija de un sacerdote ortodoxo que fue secuestrada por los tártaros luego de matar a toda su familia en Rohatyn, que actualmente es Ucrania, pero en esa época pertenecía a Polonia.
Luego de ser capturada fue llevada a un centro de esclavos para luego ser enviada a Estambul donde un mercader al comprobar que era virgen la vendió al Sultán. Ahí fue destinada a ser odalisca, que eran sirvientas personales de las concubinas y esposas del Sultán.
Roxelana, como fue llamada así por el color rojizo de su cabello, estaba en la posición más baja al interior del harén, pero rápidamente llamó la atención de la madre del Sultán, quien pidió que la alfabetizaran e instruyeran en todas las áreas, provocando que se destacara por su inteligencia. Además aprendió turco, persa, griego y hebreo.
El apodo de “Hürrem” se lo ganó más tarde por su buen humor.
Suleimán estaba casado con una princesa extranjera llamada Mahidevran Gülbahar, con la que tenía un hijo, Mustafá, pero al conocer a Roxelana se volvió loco de amor, al punto de escribirle más de 400 poemas románticos.
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Fue tanto el amor que le tuvo a su concubina que luego de una pelea en la que su legítima esposa le arañó la cara a Hürrem, Mahidevran fue enviada a vivir a otro lugar junto a su hijo. Tras el episodio Suleimán rompió la primera regla que era que la esposa más importante era la que tenía al hijo que ascendería al trono, convirtiendo a la pelirroja en la primera concubina en llegar a ser la primera esposa de un Sultán y conseguir su libertad.
Además el monarca permitió que Roxelana se quedara con él en la corte durante toda su vida, desobedeciendo la tradición que decía que la madre debía irse junto a su hijo al cumplir la mayoría de edad a gobernar alguna provincia del imperio, para no regresar a menos que el heredero fuera a ascender al trono.
Hürrem consiguió convertirse en una gran influencia para su esposo y pudo asesorarlo en diferentes asuntos de estado, también apoyó en la cultura y obras sociales.
Tuvo cinco hijos con Suleimán: Mehmed, Abdullah, Selim, Bayezid, Cihangir y, una hija, la princesa Mirhrimah, que tenía los mismos encantos que su madre y era muy apreciada por el pueblo otomano.
Cuando murió Roxelana en 1558, el Sultán quedó tan desolado que le mandó a construir un mausoleo propio a su esposa y en los ocho años más que vivió no volvió a casarse ni a tener relaciones con ninguna mujer.
Publimetro